EL SECRETO DE MOCTEZUMA Alo

EL SECRETO DE MOCTEZUMA
LOS BUSCADORES
El tesoro de Moctezuma- decía el doctor Claudio Hernández Garay- no fue escondido por los mexicas, si no por los mismos españoles; El famoso tesoro no pudo haber sido otra cosa más que el oro con que los conquistadores iban huyendo en la Noche Triste.
Después de que Pedro de Alvarado mando a matar a los mexicas para prevenir su rebelión Cortés regreso yobligo a Moctezuma a dirigirse a su población desde el balcón de su palacio. Pero el tlatoani fue asesinado, Cortés planeó abandonar la cuidad y al cruzar el cuarto canal fueron vistos por una mujer y se dio la señal de alarma.
Una lluvia de flechas, piedras, caballeros águila y caballeros jaguar obligó al enemigo a abandonar parte del botín que llevaba, muchos murieron defendiendo su riqueza.
Esanoche los mexicas celebraron, pero se dice que Cortés comisionó a algunos hombres para que se llevaran lo que quedaba del botín a un lugar seguro, ese podía ser solo hacia el norte, pues el sur, este y oeste estaban llenos de aliados de los mexicas, según los documentos el tesoro habría sido escondido cerca de alguna cueva cerca de lo que hoy es Tomochic, Chihuahua- se encontraba explicando en unsalón de clases en la escuela de Comercio Internacional de Budapest- Existe otra versión de 1768 por un fraile de Guanajuato, el tesoro debe estar en una mina del estado. Desde ahí empiezan las leyendas de
El doctor Hernández de Garay terminó de hablar, y preguntó si no había dudas; estaba una muchacha alta de pelo castaño rojizo muy interesada en el tema; al fondoescuchaba la conferencia Germán Guillén; y un estudiante pregunto
-¿Se han hacho excavaciones en esos lugares por parte del gobierno?
- La última persona fue un estadounidense en 1914 no encontró nada.
Guillén levanto la mano -¿Tienes una teoría propia al respecto, compañero?
-Mi teoría -dijo- es que de ese tesoro una parte se perdió en los canales de Tenochtitlan, otra parte la recuperaron losmexicas y otra alcanzaron a llevársela los españoles.
Guillén iba a insistir con otra pregunta, pero el doctor se adelantó a dar las gracias por la asistencia.
No quedaban más que tres personas: la muchacha de pelo rojizo, Germán Guillén y el estudiante que había preguntado lo de las exploraciones; Claudio tomó del brazo a la pelirroja y se dirigió con ella hacia la salida, donde esperaba Guillén. Elestudiante lo intervino, una última pregunta –le dijo- ¿Es verdad que el gobierno Austriaco está considerando obsequiarle a México el penacho de Moctezuma?
-Eso dicen- respondió Hernández Garay. Pero no lo vemos como un regalo si no como una devolución.
El joven le dio las gracias y desapareció. Hernández Garay y la pelirroja tomaron sus abrigos y alcanzaron a Guillén.
-No pensé que vinieras- ledijo Claudio, mintiendo.
-Déjame presentarte a Adél.
-Mucho gusto-declaró la muchacha.
-Germán Guillén.
-Vamos a tomarnos un café, ¿no? Le prometí a Adél que iba a presentarle a un chamán indio de carne y hueso.
Germán percibió el tono racista con que Claudio lo llamo ; iba a disculparse por no ir pero lo convencieron los ojos de Adél: unos ojos verde oscuro, verdes aguas de estanque medieval,grandes y profundos. Se fueron caminando por la orilla del rio hasta llegar a donde estaba estacionado el auto de Claudio; Germán seguía fascinado por la magia de esa ciudad.
-Vamos al Café Gerbaurd, ¿te parece?- dijo Hernández Garay con un tono de voz intelectual mexicano que Germán no soportaba-
-Ella no es de aquí- explicó Hernández Garay-. Es de Eger.
-Estaciónate donde puedas y vámonoscaminando.
Germán podía sentir la mirada de Adél sobre su espalda; Adél tenía los cánones de belleza de la época romántica
ADÉL
El Café Gerbaud estaba lleno de cristales y de luces viejas.
Germán ordenó un café vienés y una rebanada de struddel de semillas de amapola.
-¿Entonces…? –rompió el silencio. Estaba impaciente porque le dijeran de una vez qué querían de él. Mientras miraba a la muchacha que...

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