El segundo imperio mexicano

EL SEGUNDO IMPERIO
Varios estados europeos (Francia, España e Inglaterra) habían considerado en repetidas ocasiones apoyar el establecimiento de gobiernos monárquicos constitucionales en América que dieran fin a las inquietudes y ambiciones de poder, además de tener un punto estratégico para frenar el expansionismo de los Estados Unidos. En varias ocasiones, se pensó en constituir en México unamonarquía. Hacia 1858 Francia e Inglaterra estuvieron acordes con la creación de un reino en México con el duque de Aumale como monarca. Un par de años mas tarde España se unió a esa idea.
Estas intenciones fueron volviéndose reales debido a una larga insistencia de grupos conservadores mexicanos, desesperados algunos por la permanente anarquía reinante, otros, deslumbrados por el esplendor delos reinados europeos cuya paz y estabilidad deseaban para México, y otros más deseosos de recobrar viejas posiciones antes de la independencia y beneficiar sus propios intereses; ellos pidieron a diversas cortes europeas el envío de un miembro de esas casas reinantes, porque suponían que con su prestigio, tradición y experiencia podrían establecer la paz en México. Muchas casas reales fueronsugeridas para instituir una rama de su dinastía en México.
La intención no era nueva, se debe mencionar que en los años del gobierno de Santa Anna  éste había encomendado a José María Gutiérrez de Estrada, irredento monarquista, hacer gestiones entre las familias reinantes del Viejo Mundo.  Gutiérrez de Estrada trabajó largos años para obtener simpatía y acogida a sus anhelos. Se le unirían JoséManuel Hidalgo, hombre experto en la intriga diplomática, menos recto que Gutiérrez de Estrada, y quien había logrado ser escuchado y atendido por la mente soñadora de la emperatriz Eugenia. Juan Nepomuceno Almonte, hijo natural de Morelos, que había prestado notables servicios a México, y que había militado en las filas de liberales exaltados pero que se sentía frustrado y amargado, gozaba aun deinfluencia en México y fue el alma de la intriga monárquica en este periodo, apoyado por el obispo Labastida, el padre Francisco Miranda y un grupo considerable de conservadores.
Este grupo de expatriados se dio cuenta que el gobierno de Napoleón III era el único capaz de apoyar sus planes. El poderío y el respeto que el Segundo Imperio francés había adquirido, les hacía pensar que, de contar con elasentimiento de Napoleón III, sus proyectos triunfarían. Se sabía que el emperador francés había apoyado en más de un ocasión las causas religiosas. Por estas razones, este grupo, que entre otros argumentos afirmaba que en México se perseguía a la Iglesia y se le arrebataban los bienes que la piedad del pueblo le había otorgado, tuvo que ampararse en la tutela del cristianismo del Monarca.Napoleón III, tras estas razones religiosas y espirituales que tenía intereses concretos y materiales,  vio con simpatía las proposiciones de los monarquistas mexicanos que podían encubrir sus intenciones y decidió apoyarlas.
El candidato que en ese momento complació a todos fue el archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo, hermano menor del emperador Francisco José, él había gobernado la Lombardia yel Veneto con acierto, distinguiéndose por "sus ideas de progreso y tendencias", lo que le había acarreado notables simpatías. Napoleón, que deseaba recuperar la amistad austriaca deteriorada por su política italiana favoreció la idea, hizo que los monarquistas sondearan la opinión del archiduque. El archiduque aceptó la propuesta, pero condicionada a contar con el voto de la mayoría del pueblomexicano, la aprobación de su hermano Francisco José y de su suegro el rey Leopoldo de Bélgica y de que Francia lo apoyase con su ejército y su marina hasta consolidar el trono.
INTERESES DE LOS PAÍSES EUROPEOS Y DE ESTADOS UNIDOS EN MÉXICO

El presidente Juárez había suspendido el pago de la deuda externa de México por la imposibilidad de hacer tales pagos en esa época, sin embargo Juárez...