Esta parte de la infancia de Arguedas estuvo marcada por la difícil relación que sostuvo con su madrastra y con su hermanastro Pablo Pacheco. Aquella sentía porsu hijastro un evidente desprecio, y en una ocasión lo mandó a convivir con los criados indígenas de la hacienda. Por su parte el hermanastro lo maltratabafísica y psicológicamente e incluso en una ocasión le obligó a presenciar la violación de una india. La figura de este hermanastro habría de perdurar en su obraliteraria personificando al gamonal abusivo, cruel y lujurioso. Solo entre los indios sintió el afecto que le negó su familia, identificándose con la idiosincrasia deaquellos, basada en el amor a la naturaleza.En julio de 1921 se escapó de la casa de la madrastra junto con su hermano mayor Arístides; ambos fueron a lahacienda Viseca, propiedad de su tío Manuel Perea Arellano, situada a 8 km de San Juan de Lucanas. Allí vivieron durante dos años, en ausencia del padre, conviviendocon los campesinos indios a quienes ayudaban en las faenas agrícolas. Para José María fueron los años más felices de su vida
En 1923 abandonó su retiro al serrecogido por su padre, a quien acompañó en sus frecuentes viajes laborales, conociendo más de 200 pueblos. Pasaron por Huamanga, Cuzco y Abancay. En ésta últimaciudad ingresó, junto con su hermano Arístides, como interno en el Colegio Miguel Grau de los Padres Mercedarios, mientras su padre continuaba su vidaitinerante. Dichas peripecias a través del sur del Perú y su internado en el colegio abanquino serían evocadas después en su novela Los ríos profundos, su obra maestra.
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