el signo
International journal on culture, subjectivity and aesthetics©
Volume 1, No. 1, Fall 2004
Bitonte p. 1/17
Bajo los Signos de de Saussure, Peirce y Lacan
María Elena Bitonte
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Estetrabajo propone un recorrido a través de las teorías del signo de Ferdinand de Saussure, Charles Peirce y Jacques Lacan, revisando tanto los aspectos teóricos como las circunstancias ideológicas de su producción. Teniendo en cuenta que estos discursos, de alguna manera, marcaron la semiótica del siglo XX, se presta especial atención a los desarrollos teóricos que de Saussure y Peirce suscitaron enLacan. Fundamentalmente, se analizan los alcances de estas vertientes en su noción de signo, de donde parte su concepción del inconciente estructurado como lenguaje y la distinción entre los registros Real, Imaginario y Simbólico. Se señalan, además, una serie de correspondencias en los encuadres teóricos de Lacan y Peirce, cuyos discursos muestran idiosincrasias en varios puntos congruentes.La mayor parte de los tratados de semiótica coinciden en ubicar en la fundación de esta disciplina las contrastantes propuestas del ginebrino Ferdinand de Saussure (1857-1913) y el norte-americano Charles Sanders Peirce (1839-1914). Ambos estudiosos contemporáneos, pese a provenir de campos diferentes y de no haber dialogado entre sí, presentan ciertas preocupaciones vinculadas con condicioneshistóricas comunes. Probablemente por eso constituyeron un punto de inflexión teórico que provocó un desvío respecto de los paradigmas vigentes y pudieron generar en lo sucesivo, tanto desarrollos como prácticas científicas. El poder de esta clase de discursos generadores, a los que Verón llama, fundadores (1), reside no sólo en sus características específicas sinosobre todo en las lecturas a las que están sujetos en determinados momentos históricos. Lecturas que según sus condiciones de reconocimiento, suelen despertar ciertos sentidos y dejar otros adormecidos. Así, los discursos de fundación de las ciencias humanas (sociología, lingüística y psicoanálisis) se pueden ubicar -siguiendo a Verón (1988/1993)- entre fines del siglo XIX yprincipios del XX y aunque tienen como condición de producción una matriz ideológica positivista, fueron recibidos bajo condiciones diferentes, a saber, el funcionalismo (2).
Siendo, entonces, todo discurso, atravesado por este doble sistema de restricciones (las condiciones de producción y las condiciones de reconocimiento), Verón (1988/ 1993) define una fundación como “un proceso particular decirculación” (p. 32). Desde este punto de vista, una fundación es un proceso sin fundador. De modo que lo que llamamos fundación es el resultado de un proceso retroactivo de lectura, es decir, un efecto de reconocimiento. Es claro que el desfasaje que resulta de la distancia entre las condiciones de producción y las condiciones de reconocimiento no es una mera cuestión de tiempo, sino que esedesajuste está indefectiblemente mediado por una intervención de lo ideológico (Verón, 1988/1993). Siguiendo esa trama, la principal derivación teórica del sistema de de Saussure culminó en el estructuralismo -que no ha sido otra cosa, según Verón, que la rama lingüística del funcionalismo- y cuya cristalización final fue la lingüística de la comunicación.
Verón señala hasta qué punto lasrestricciones del reconocimiento constituyen con frecuencia puntos ciegos de la lectura. Precisamente por eso, advierte que la presentación del discurso saussureano que hace Oswald Ducrot en 1968, momento de mayor vigencia del estructuralismo, como una teoría comunicacional, aunque muy difundida, no es sostenible ya que difícilmente podamos encontrar en el Curso, alguna vez, la...
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