El sofá

EL SOFÁ
Quizá sea realidad o ficción, no lo sé, sólo sé que está en mi mente, presente e insistente como un volcán a punto de erupcionar que sólo se ve arder por fuera pero en su interior nadielo conoce, son sentimientos que me surgen, que hacen latir mi cuerpo y que de alguna manera me sostienen para lo que será mi próximo día.
Y aquí estoy en mi sofá con un nuevo día casi perpetuo ylleno de contradicciones, cargado de evocaciones de lo que he sido, del largo caminar que he recorrido, de lo que dejé de recorrer, es la vida misma que suscita misterios cargados de vacios, apología deuna existencia que no regresará, que sólo confunde y me hace un poco infeliz, pero, ¿y de que me sirve todo esto?, situaciones que solo aturden mi día y cada minuto de él, ¿será posible construir unpresente que no se compare a lo vivido?, o estaré condenada a un espacio cíclico, que terminará cada noche con la antesala de un despertar igual. Y trato de construir en mi mente algo diferente, algoque me aleje de mi propia imagen y no lo logro. Es casi como una repetida pesadilla y regreso al sofá que es cómplice de mi zozobra, que sustenta la pesada carga que llevo y de la cual no logrodeshacerme, a veces hasta lo escuche hablarme y darme ánimos para que reconceptualice mi existencia, pero yo lo evito por que la lucha es con mi conciencia, con lo que nunca se desprendió de mí.
Depronto surge la esperanza, ya no escucho la voz inconsciente ya el susurro se hace evidente como una caricia, si, es la voz dulce , suave y traviesa de mis pequeños hijos, que acuden a mi llenos de calory que en segundos revierten toda la infelicidad en regocijo, ellos disminuyen mis temores, alejan mis culpas, el desasosiego se hace débil ante sus palabras, entonces me vuelvo a ellos y siento que elpresente que busco si es posible, que está allí tan cerca y tan palpable, tan seguro y tan real que hace alejar de mi en sólo un minuto cualquier temor, que me hace fuerte y segura, que me llena de...