EL SUFRIMIENTO HUMANO, EL MAL Y CRISTO

EL SUFRIMIENTO HUMANO, EL MAL Y CRISTO.


El mundo de hoy, se abre paso en la historia y se determina con características que lo hacen completamente diferente situándolo como una compleja realidad en la que intervienen variados factores. Por una parte adolece de innumerables males que le aquejan gravemente, sumiéndole en la desdicha y la oscuridad, y por otra, el género humano da muestrasde su inigualable grandeza, en su expansión gradual a todo nivel traducida en cambios rápidos y profundos nacidos de genio creador y trabajo. Podemos entonces, hablar de una verdadera metamorfosis, que engendra en sí misma, inconvenientes no pequeños. Así, por ejemplo, el poderío extendido hasta los límites, se transforma casi siempre en imposibilidad para manejarlo adecuadamente en pro de larealización; su interés por sondear las sinuosidades de su corazón, lo acorrala contra la incertidumbre y cuando obtiene un saber coherente sobre su sociedad y sus leyes, tambalea sobre cómo ha de orientarlo. La miseria y el hambre, que afligen por todo el globo contradicen notablemente la creciente abundancia de riqueza, posibilidad y capacidad económica. El sentido de libertad yautonomía adquiere mayor fuerza, no obstante la esclavitud psíquica y social se cierne sobre ella. Divergencias políticas, raciales e ideológicas compiten con el apremiante deseo de paz y unidad en la conciencia de la múltiple interdependencia de los pueblos.

Estas paradojas ilustran un deficiente desarrollo de lo temporal en conexión con lo espiritual, moviendo al hombre a interrogarseconstantemente y con el desafío de responderse cuanto antes

Las ciencias matemáticas y humanas, junto con la técnica influyen considerablemente en el ambiente cultural y modo de pensar, planificando todo en un afán de conquista “interestelar” que introduce al ser humano en una dimensión evolutiva, no estática.

La opulencia se asienta tras la puja de la industrialización y la originalidad de lascostumbres de cada asentamiento humano tiende hacia el vacío, por la “necesaria globalización” en la que los medios de comunicación hacen lo propio informando y sembrando, por qué no decirlo, ideas y sentimientos.

Los llamados países industrializados, gozan de los beneficios del progreso económico y técnico mientras los que no lo son, aspiran a disfrutar de “esos privilegios”, dentro de unaperspectiva desvalorizadora de su propia cultura e identidad.

El campo psicológico invita a una nueva conceptualización, incluso de lo que hasta ahora se consideraba bien, viéndose confusiones entre los patrones de conducta y cumplimiento de los deberes. Y con esto, la vida religiosa se afecta necesariamente, especialmente por el espíritu crítico que de un lado la purifica de supercherías yconcepciones mágicas, y por otro, la condena a la negación parcial - y en algunos casos total-, de la existencia de Dios ya sea dentro del campo filosófico, como dentro la cotidianidad de aquellos que viven a su antojo, e interpretan el mundo a su acomodo, en una inconciencia de su finitud y contingencia.


Cuando en la celebración de la santa misa en el momento más sagrado de la liturgiaeucarística, se actualiza la obra de la redención y se pronuncian las palabras consecratorias: Esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros. Y luego: Esta es mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados…” en la fe profunda acompañada de la postura corporal, se presentan no obstante, soberanas inquietudes a lainteligencia. Se trata de un momento luminar, que encierra del mismo modo que las preguntas, las respuestas.

Hay una condensación de la realidad del mundo, del hombre y la historia. Hay una confrontación que si bien no es original, sí se manifiesta cuestionante: El Dios clemente y misericordioso que efectúa la salvación de un modo descomunal, sin tara ni repliegues, ante el compilado de...