el suicidio

Páginas: 18 (4358 palabras) Publicado: 27 de abril de 2013
Los valientes andan por el mundo cual gallardos, altivos guerreros, mirando desde lo alto de sus cabalgaduras, con desprecio casi olímpico, a los esclavos del miedo: los cobardes. Algunos de éstos hemos intentado y seguiremos intentando quitarnos de encima el yugo de tan indeseable amo, pero quizás prefiramos guardarnos los grilletes de recuerdo. Quizás no deseemos ser confundidos con esa éliteguerrera de baja estofa que solía mirarnos con tanta altanería y desdén.


¿Palabras rencorosas? Posiblemente. Cuando uno ha sido mortificado toda su vida por carecer de coraje, debe recurrir a la filosofía para sobrellevar su condición de perdedor, de nerd, por emplear un término yanqui muy popularizado por el cine y, por lo tanto, comprensible para todo el mundo. Y cuando ese nerd empieza afilosofar, es inevitable pensar que si uno es como es, es gracias a la dudosa ayuda de esa élite cuyas miradas despectivas hacían que nos sintiéramos tan poca cosa. Y, claro, se termina descubriendo que no todos los valientes son tan desagradables; que muchos de ellos son queribles y admirables. ¿Cuántos de ellos exactamente, qué porcentaje? No lo sé, pero aunque sólo fueran dos o tres, seríaatrozmente injusto meterlos en la misma bolsa que a los otros... Y sin embargo, con los cobardes también se cometen injusticias de toda laya. Por lo tanto, llegó la hora de intentar repartir tantos de manera un tanto más equitativa.
Decíamos en nuestro anterior artículo, El miedo, algo que en ese momento debe haber parecido una tremebunda obviedad: para que una reacción califique como valiente ocobarde, el sujeto tiene que ser consciente de que lo aguarda un peligro, o suponer al menos que es así. Se suele decir que el hombre que golpea a una mujer, o a cualquier otra persona indefensa, es un cobarde, lo cual no es cierto. Históricamente, la violencia ha sido en general de dominio casi exclusivo de los valientes. Cuando un ejército se apropiaba de una ciudad o plaza enemiga, no era cosa rara-y quizás siga sin serlo- que pasara a degüello a buena parte de la población, sin distinción de edades ni de sexos, previa violación de las mujeres y quizás hasta de niños y de algunos hombres. Y quienes perpetraron tales crímenes eran valientes, quizás capaces de enfrentarse sin vacilar a enemigos peligrosos; sólo que trataban a personas indefensas tan brutalmente como a aquéllos. Como ejemplostenemos el salvaje trato que infligieron las tropas de Alejandro Magno a la ciudad de Tiro en castigo por la resistencia que opuso, y también el ignominioso saqueo de la ciudad bizantina de Zara durante la Cuarta Cruzada, y las barbaries de la cruzada contra los albigenses, en el sur de Francia. En este último caso sabemos indudablemente que el famoso líder de esa vergonzante campaña, Simón IV deMontfort, era un valiente, capaz de arriesgar su propia vida para salvar la de un camarada, pero también un energúmeno despiadado que no vacilaba en mutilar y descuartizar a gente indefensa. Así, luego de tomar la ciudad de Bram, ordenó dejar ciegos y mancos a más de cien de sus habitantes, haciéndoles cortar, además, orejas, nariz y labios, salvo a uno, a quien dejó un ojo para que pudiera guiar alos demás hasta Cabaret, porque tenía intenciones de asediar esta ciudad y quería que el horrendo espectáculo sirviera para desalentar a los sitiados. Por lo tanto, queda derribado el mito de que quien daña a personas inocentes o indefensas es necesariamente un cobarde.

De hecho, a los cobardes, más que golpeando mujeres (una acción que su propia cobardía muy difícilmente les permitiría), hayque buscarlos mendigando servilmente el afecto de éstas, o humillado por ellas. Hay casos de hombres maltratados verbal y/o físicamente por mujeres de carácter dominante; no sé cuántos, pero los hay, y no se debe pensar que necesariamente esos hombres son masoquistas. Puede que unos pocos lo sean; la mayoría son simplemente cobardes que no se animan a enfrentar a sus sádicas torturadoras. Y es...
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