El Tabaco
muchos países, una importante fuente de ingresos y divisas. Para muchos
gobiernos, la venta de tabaco ofrece un medio fácil deaumentar los impuestos
y la industria tabacalera sirve como fuente de empleo. Esa importancia
económica puede hacer que la lucha contra el tabaco sea una cuestión política
difícil, a pesar de que laproducción y el uso de tabaco implican también diversos
costos: tanto a largo como a corto plazo, la sociedad soporta el costo de las
defunciones prematuras, la morbilidad añadida y la atención médica.Si bien
existen pocos datos sobre la carga económica del tabaquismo para la mayoría
de los países en desarrollo, conviene recordar que esos países tienen que soportar
el costo no solo de lasenfermedades transmisibles sino también de las
enfermedades no transmisibles relacionadas con el tabaco.
En la Región de las Américas, se estima que aproximadamente un tercio
de la población mayor de 15años fuma, y que la mortalidad causada por el
tabaquismo (más de 600.000 defunciones anuales) ha superado la relacionada
con el sida, los accidentes y el suicidio. Asimismo, las enfermedadesvinculadas
estrechamente con el tabaquismo, como los cánceres de bronquios, de pulmón
y de laringe, las enfermedades cardiovasculares y el enfisema, representan
aproximadamente el 54% de la carga total deenfermedad.
Así, la magnitud de la epidemia y los intereses económicos que obstaculizan
la acción se cuentan entre los principales factores que dificultan la tarea de
encontrar soluciones a estagrave amenaza para la salud. Sin embargo, la mayoría
de las sociedades quieren reducir el sufrimiento y las pérdidas asociados a la carga de enfermedad y muerte prematura impuesta por el tabaco. Elconsenso
de que las ganancias sanitarias son deseables se refleja en las políticas y acciones
antitabáquicas de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización
Panamericana de la Salud, así...
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