El terrible fuego de san marcos
Casualmente, señores, fui yo mismo testigo presencial del horroroso siniestro que ayer, a las doce
de la noche, ocurrió en la calle de San Marcos,esquina a la de Hortaleza; y aunque tengo la cabeza perturbada, voy a dar a ustedes, una ligera catástrofe de la cabeza sensible.
Cuando yo me retiraba del café de San Luis, vi que salía mucho humo deuna casa vieja y observé que hasta mis narices llegaba fuerte olor a maderas quemadas. Cinco minutos después el olor iba en aumento, el gobernador con su bastón de mando dictaba órdenes, los guardiasserenos tocaban los pitos los transeúntes se arremolinaban y corrían de unos puntos a otros, ¡Que momentos tan horribles!
Antes que comenzasen a funcionar las bombas, las vecinas ya se habíandesmayado, y cuando el primer bombero llegó al segundo piso, el techo ya se había agrietado. Pero como al que madruga Dios le ayuda, éste fue recompensado después por los vecinos, en vista de los meritosque había hecho.
Cuando puse mi vista en la fachada, noté que desde un balcón abierto, un vecino de calzoncillos blancos daba desgarradores gritos de par en par. -¡socorro!- señores ¡Que hay fuegoen la casa! exclamaba el pobre con un gorro blanco en la cabeza. Y el hombre quería tirarse de cabeza a la calle viendo que no podía salir por la puerta, mas no lo hizo porque un valiente municipalpudo separarle del balcón, agarrándole por el pescuezo de un modo brusco.
¡ Era de ver como iba el voraz elemento, desde el portal apoderándose
del edificio de enfrente!!.
Los estampidos de lasbotellas al reventar, se mezclaban con los gritos de las vecinas, y el tendero, lleno de miedo ante la pérdida de tantos litros de alcohol se tiraba de los pelos delante de una hilera de guaridas deorden público; y si no cogió una pistola y se saltó la tapa de los sesos, fue porque tenía la tienda garantizada por una Compañía de seguros mutuos.
A todo esto, salían por los balcones numerosos...
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