El terror de ser mujer
Autora: Paquita Madariaga
Gran ironía. Uno de los aviones norteamericanos que bombardeó Afganistán fue un BI- B Lancer, pilotado por una mujer. Parece haber una justiciaescondida en el hecho de que los implacables enemigos de las mujeres en ese país fueran castigados, precisamente, por uno de esos seres a quienes ellos desprecian y tratan peor que a los animales.Atrapadas en sus burkas –esas mortajas que las cubren de pies a cabeza desde donde apenas ven el mundo a través de una ventanita- las mujeres afganas son asesinadas a pedradas por adulterio,relegadas al analfabetismo, aprisionadas en sus casas y entregadas a sus maridos en calidad de esclavas. La que se pinta las uñas se arriesga a que le corten los dedos; la que se maquilla es golpeada apalos. Ninguna puede llevar tacones o medias blancas o descubrirse la cara ni siquiera para ver por dónde camina. A las afganas les está prohibido tratarse con médicos hombres, y como las doctoras nopueden ejercer, las mujeres de ese país mueren sin el más elemental tratamiento médico.
La tasa más alta de mortalidad en los nacimientos les pertenece a ellas.
En cierta época yo viví cercade Afganistán. Estuve casi dos años en el norte de Paquistán y tuve la oportunidad de volar varias veces a Peshawar, ciudad situada en la frontera de los dos países. En esos viajes observé que, aligual que en Paquistán, algunas afganas de las clases sociales humildes y ciertas jóvenes forzadas por sus padres eran las que más llevaban burkas. En aquel tiempo, mucho antes del régimen Talibán, losPatanes –como le decían a la rama de tribu Pashtun, que predominaba en el área merodeaban libremente de un país a otro sin más identificación que los rifles que portaban desde niños. Y habían mujeresafganas médicas, abogadas, maestras, profesionales… ninguna de ellas llevaba burkas. Nadie las forzaba a ponérselas por ley o les daban una paliza como sucede ahora con el régimen Talibán.
En 1996,...
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