El triunfo de gary

El triunfo de Gary
Gary ha dejado la medicación.
Las voces han desaparecido de la cabeza de Gary.
Ya no fuma.
Ya no ve pornografía.
“Y” Aun paga por sexo.
Me dice que fue un proceso largo y muy duro. Caminamos sin rumbo fijo( omitir frase, es tautológica en el contexto del cuento). Me lo he encontrado en la calle casualmente y fue imposible eludirlo. Desde que lo conozco Gary seha movido por la vida y por la calle como una paloma herida o como un viejo robot de juguete. De lado a lado, bamboleando la panza y el culo en un solo movimiento pendular. Alguna vez me explicó porqué es que caminaba así, pero lo olvide. Fue mi cliente durante un tiempo. Cuando vendí pornografía para pagar una carrera universitaria que realmente odiaba, de la forma en que se puede odiar el malolor en un sueño. Fue quizás mi mejor cliente, quiero creer que lo fue. Gary me decía que yo era su único amigo, la única persona de este ruidoso mundo con la que podía hablar. En realidad yo solo lo escuchaba. Un día en la calle me presentó a su madre en la calle. Una señora silenciosa y diminuta. Misteriosa, digna de ser la madre de un tipo como Gary. Una señora que parecía salida del interior deuna pirámide, única sobreviviente de una catástrofe secreta.
Al principio Gary oía voces. Voces monocordes, como de máquina, que le ordenaban cosas que no llegaba a entender. Voces de un olimpo psicotrónico low – fi. Y Gary no les daba mucha importancia. Tenía poco más de 6 o 7 años y creía que era normal. Atribuía la mayoría de las veces esa peculiaridad suya a un compañero de colegio que lomolestaba por su manera de andar, por esa forma torpe y por su lentitud a la hora de entender todas las reglas que moldeaban el lenguaje humano y que los profesores se esmeraban escuálidamente en que fueran comprendidas. (sin mucha culpa docente, etc, mala voluntad de enseñar, cuasi producto de su educación, etc.)
La vida es injusta y ese compañero que lo atormentó toda su infancia y parte desu adolescencia se transformó en un conocido centro delantero, que jugó en grandes clubes de fútbol en Argentina, Italia y en un mundial por la selección. Su destinó fue el dinero a destajo, la fama y un retiro joven y honroso. Gary y el delantero habían nacido el mismo día y en el mismo hospital, con diferencia de algunas horas.
La vida es absurda. Gary comenzó a descifrar poco a poco laspalabras que oía, al alcanzar la claridad las voces se tornaron impositivas y despóticas. Si no cumplía las órdenes un gran dolor, como el de unas vacaciones en la miseria ajena, se apoderaba de él. Un endurecimiento creciente le inyectaba en cada nervio un pinchazo eléctrico que lo ponía a merced de esas voluntades desconocidas. No se atrevía a desobedecerlas. Aprendió a someterse a los deseos ajenosy a la soledad del obedecerse.
Gary, no le pongas mermelada a tu pan
Gary, hoy usarás solo un calcetín.
Y Gary obedecía por miedo al dolor. Por miedo a quedar tieso como un falso muerto y sin nada en el estómago para enfrentar el nuevo día. Así empezó su relación con la farmacia. No es necesario nombrar los medicamentos que consumió. Ningún laboratorio pagará por ésta publicidad. Pero losatributos reguladores del ánimo de ciertos químicos, los antipsicoticos, y una variedad bien nutrida de términos médicos no le eran ajenos, era parte de la forma que tenía para manejar esa modalidad cutre de esquizofrenia. También era una manera de hacerse el importante. Recordando sintomatologías, espectros de acción, posologías y composiciones químicas. Se convirtió poco a poco en un vademécumadolescente. Un chico que escuchaba a George Michael y que gustaba de las versiones porno de Terminator y otras sátiras del mundo triple equis. Todo un triunfador, un conquistador de alquitrán que consumía dos o tres paquetes de cigarrillos diarios.
Cuando apareció la primera vez para comprar un película ya era un obeso porno adicto, de lentes, con una calvicie indisimulable, sudando nicotina...