El universo de maria

EL UNIVERSO DE MARÍA (o berkeley y el universo de maría).



-¿Cuánto falta para que regrese mamá?

Es la cuarta vez que María ha hecho esta pregunta. La primera, su hermana Karlotta contestó que enseguida volvía; la segunda, que cómo diablos iba a saber ella cuándo volvía; la tercera no contestó: todo lo que hizo fue levantar las cejas y mirar a María. Razón por la cuál Maríadecidió que las cosas empezaban a marchar mal y que lo mejor era no hacer más preguntas. (Después de todo –pensó- , para qué quiero a mamá vuelva si Karlotta.) Se corrigió: (Para que quiero que mamá vuelva si mi hermana mayor está aquí, conmigo). Entrecerró los ojos, conmovida. (Las hermanas mayores protegen a las hermanas pequeñas –pensó como quién declama-; qué suerte tan grande es tener una hermanamayor). Karlotta, con anchas alas de ángel de la guarda, planeó durante un segundo sobre su cabeza. Pero ferozmente la imagen alada fue reemplazada por otra; la que volvía cada vez que su madre se iba y las dejaba solas: Karlotta, con los ojos desorbitados y el pelo revuelto, estaba apuntándola con un revólver. Otras veces no había tenido revólver: todo lo que intentaba entonces era arrancarle losojos con las uñas. O ahorcarla. La causa sí era siempre la misma: se había vuelto loca.

Ya se sabe matan a la gente Si Karlotta se vuelve loca justo cuando están solas, la va a matar a ella: he ahí la cuestión. De modo que María ha decidido abandonar sus buenos propósitos y por cuarta vez ha preguntado:

-¿Cuánto falta para que vuelva mamá?

Karlotta deja de leer y suspira.-Lo que querría saber –dice, y María piensa: (dijo querría; es decir que en estos casos se dice querría, no quisiera) ¡lo que querría saber es para que diablos necesitas a mamá a cada instante!

-No.

(Ahora ella me va a preguntar: “¿No qué?”. Esta idiota siempre se las arregla para amargarle la vida a una) Pero Karlotta no dice nada y María sigue:

-Preguntaba por curiosidad, nomás.-A las doce- dice Karlotta.

-¡Cómo que a las doce! ¡Si apenas son cuarto para las diez!

-Y caminando- Contesta Karlotta.

María se ríe enormemente del chiste: por un momento cree que va a reventar de la risa. Para ser franco, nunca ha conocido, ni cree que exista sobre la tierra alguien tan graciosa como su hermana. (Es la persona más graciosa y simpática del mundo; ynunca se va a volver loca. ¿Por qué tendría que volverse loca justamente ella que es tan fantástica?)

-Kar –dice con un cierta voz juguetona-, juguemos a algo. ¡Sale!

-Estoy leyendo.

-¿Qué lees?

-El hombre mediocre.

-ah

-(Seguro que ahora me preguntara si yo sé qué quiere decir hombre mediocre, y yo no voy a saber, y ella me va a decir: para que preguntas si nosabes, pedazo de estúpida). Rápidamente pregunta:

-Karlita, ¿Qué era lo que quería decir mediocre?

–El hombre mediocre es el que no tiene ideales en la vida.

-Ah –eso la tranquiliza porque ella sí tiene ideales en la vida: siempre se imagina que ya es grande y que entonces los problemas se acaban, y todos la comprenden a una, y las cosas salen bien, y el mundo es maravilloso. Y esoes tener ideales en la vida.

-Kar –dice-, nosotras no somos mediocres, ¿no?

-¡Con una chingada! ¡Eso es lo que tú eres!

-¡Karlotta! ¿Por qué será que nunca te puedes llevar bien con la gente?

-Escúchame, María, ¿por qué no me dejas leer en paz?

-Te llevas mal con toda la gente. Qué barbaridad, Karlotta. Siempre te peleas con mamá y papá. Y con toda la gente –Maríasuspira- Les das muchos disgustos a nuestros padres, Kar.

-¡Ojalá te mueras, María!

-¡Eres una mierda, Karlotta, eso es lo que eres! La muerte no se le desea a nadie, ni al peor enemigo se le desea, y mucho menos a una hermana.

-Claro, ahora ponte a llorar, ¿sabes?, así después me gritan que yo te torturo.

-¿Después? ¿Cuándo después? ¿Tú sabes con exactitud cuando volverá...