El universo discursivo en el cual se crece
Paul Goodman
La filosofía envolvente a la que se habitúan los niños conforme crecen es la ortodoxia de una máquina social que no se interesa por laspersonas, especialmente por los jóvenes, salvo para el dominio y el ensanchamiento de sí misma.
La visión del mundo del norteamericano es peor que inadecuada: es irrelevante y rutinaria; losadolescentes están espiritualmente abandonados.
Las máquina se interesa solamente por la amplitudes conformista. Nuestra ortodoxia no tolera la metafísica.
Con frecuencia se tratan los problemas religiososcomo psicóticos.
Existe una ruptura de la represión y también una menor inhibición del comportamiento sexual.
La situación sexual del adolescente es particularmente ambigua. Nos encontrarnos enuna fase de transición de la revolución sexual y existe una ruptura de la represión y también una menor inhibición del comportamiento sexual. Sin embargo, ni en los patrones de la economía, delalojamiento o de la familia, existe respuesta alguna para las costumbres alteradas.
Parecen prolongarse, especialmente para aquellos estudiantes de la clase media que acude a las universidades en dondelas administraciones se consideran a sí mismas como sustitutos de los padres.
En las escuelas elementales y de segunda enseñanza no existen, oficialmente, los factores sexuales. Sin embargo, unadolescente debe ser sexual o, si no hay alarma.
La vergüenza, la timidez, el desconcierto, es universal entre los adolescentes,
No existe un lenguaje común y relevante para los hechos privados quehierven en uno: ¡es patético escuchar a los adolescentes que usan el lenguaje de la televisión.
. Un adolescente deja de creer en el derecho de sus propios deseos y muy pronto duda de su existencia.Ante él, sus exigencias de rebeldía no parecen tener bases, carecen de madurez y son ridículas.
Que la cultura adulta es hostil a los intereses adolescentes o que al menos no es de fiar; los padres...
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