El Universo ya no es el ámbito incomprensible y mágico de antaño, pues sabemos que es explicable mediante leyes físicas obtenidas a partir de nuestra aparentemente limitada experiencia Nuestraespecie tiene una imaginación muy fecunda, y al observar el firmamento ha creído que las estrellas se agrupan de manera tal que forman figuras, las constelaciones, que semejan personajes o implementosrelacionados con nuestra experiencia cotidiana; un cazador (Orión), una balanza (Libra), un aguador (Acuario), etc. Estas figuras, tan caras a los astrólogos, son meros artificios que resultan delparticular punto de vista desde donde vemos el firmamento. No son en sí mismas una prueba de que las estrellas que las componen estén realmente agrupadas, ya que pueden hallarse a muy diversas distancias.Consideremos la constelación de Orión (Figura 13). La distancia a Betelgeuse es de 630 años luz, la que hay a Rigel es de 900 años luz, mientras que las estrellas que forman el cinturón del cazador—y Ori— distan entre 1 300 y 1 450 años luz de nosotros. Es claro que la constelación no es una entidad físicamente relacionada, aunque partes de ella, como las tres estrellas del cinturón, podríanefectivamente tener un origen común. Por otro lado, un observador que las viera desde un ángulo que difiriera en 900 del nuestro, difícilmente distinguiría la figura del cazador.
Figura 13. Posición espacialreal de algunas de las estrellas de la constelación de Orión y su proyección en la bóveda celeste. El lector puede hacer el ejercicio imaginario de observarlas desde un punto de vista distinto paracomprobar que la figura del cinturón se da sólo visto desde nuestra posición en el espacio.
Las estrellas, los cuerpos materiales, no se agrupan caprichosamente en figuras. Lo hacen debido a los dictadosde las fuerzas de la naturaleza, entre los que destaca la fuerza de gravedad, por la cual los árboles, las aguas, el aire y nosotros mismos, permanecemos adheridos a la Tierra. En ella...
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