El valor de elegir
El ser humano se caracteriza no por comportarse comopaciente de un azar lleno de accidentes, sino por ser agente de una acción intencionada. Pero, ¿cuándo se puede decir que un acto es intencionado? Precisamente cuando el individuo es capaz de responder alas preguntas “¿para qué?” y “¿por qué?” de sus actos.
Aristóteles apunta la causa del accidente no encerrado en sí mismo, sino en virtud de otra cosa. Ciertas situaciones se producen por causasajenas a nuestra voluntad, causas accidentales.
Lo que diferencia un acto accidental del que no lo es, es la situación del individuo: ante situaciones que no controlamos somos pacientes de lo queocurre. Sin embargo, lo propio de lo humano es ser agente, ser sujeto protagonista de acciones intencionadas. En la acción humana debe existir intención. Lo que determina si un acto es o no intencionado esla posibilidad de responder a las preguntas fundamentales que titulan el capítulo. Nuestra capacidad de elegir e inventar acciones es un dispositivo al servicio de la vida”
Además de la vidabiológica y zoológica que nos identifica como especie y cuya finalidad es la perpetuidad de la misma, el ser humano posee también una vida simbólica que pretende preservar lo individual, perpetuar y propagarlo irrepetible.
Si nuestro telos es tan simbólico, ¿puede decirse que existe un arte de vivir? Si admitimos su existencia entonces debe ser parcialmente aprendido, pero sólo unos pocos llegan avivirlo plenamente como tal. Éstos se convierten pues en modelos, en clásicos, dignos de ser imitados. En este arte podemos señalar dos partes: la higiene, entendida como el mantenimiento, disfrute yreparación de nuestro organismo; y la ética, que incluye aquellas exigencias y compromisos englobados en lo característico de lo humano.
Vivir, considerado arte, permite discernir y valorar las...
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