EL VALOR DE LA HONESTIDAD
Sumergidos bajo el velo de una sociedad absurda e incongruente, encapotada por esa doble moral que siempre ha caracterizado al ser humano; hemos de encontrar la raíz de la mayoría de los problemas que nos aquejan constantemente como civilización, si es que así se n os puede llamar; un apelativo un tanto sarcástico que trata de esconder debajo del tapete económico larealidad.
Las personas hemos olvidado que el triunfo no consiste solamente en satisfacer nuestras necesidades materiales, hay que cultivar además el espíritu, pues esto es lo que trasciende. Los goces materiales nos dan un placer momentáneo apartando las miradas de nuestro interior, pero al caerse el velo que cubría nuestros ojos nos encontramos en un desierto estéril ya que elegimos el caminoequivocado.
Muchas veces tenemos las expectativas puestas en las personas, tratando de que en ellas se encuentren los valores deseados y terminamos desilusionados al pensar que no se encontraban ahí, pero olvidamos que los valores primero deben de vivirse personalmente para luego así poder exigir a los demás el cumplimiento de nuestras expectativas.
He aquí que de entre la clasificación de los valoressegún su jerarquización aparece uno cuyo valor es deseado tanto como propio, así como generalizado en todos los demás, pues adquiere una trascendencia universal.
Uno en donde todo el afluente de valores desemboca proyectando así a la persona excelsa, libre de todo vicio mundano y de una ambigua moral; de una persona que ha alcanzado el equilibrio entre mundo y hombre.
La honestidad es aquél valorque nos lleva a ser congruentes entre lo que decimos, pensamos y hacemos, en la conducta hacia los demás y hacia uno mismo, que da a cada cual lo que corresponde de acuerdo al propio criterio sin afectar los intereses de los demás, no se pregona a todo el mundo el tener esta facultad, sino se actúa en el vivir diario.
JUSTICIA
En sus comienzos, el término justicia estuvo relacionado con la juntura,justeza o ajustamiento de cada uno de los seres, naturales o sociales, dentro de un orden o cosmos ya definido. Para los griegos, era el orden de la physis, que incluye en sí el de la polis y, en general, todos los hechos individuales y sociales. El orden del universo es el resultado de este equilibrio de cada una de las partes que lo componen. La historia del concepto de justicia es la historiade su lenta moralización, es decir, de su separación de la necesidad natural y de su progresiva dependencia de la voluntad humana. La justicia no es algo que hay que esperar, sino algo que debemos buscar y procurar.
Este sentido original ha perdurado en el tiempo y explica en parte la tendencia actual a establecer una estrecha relación entre justicia y ley, entendida esta como orden legalestablecido. En este sentido, ser justo –una persona o una autoridad pública– es cumplir la ley. Pero una cosa es la obligación legal y la aplicación imparcial de reglas establecidas (sistema de justicia) y otra muy diferente la justicia como criterio de validez de las reglas vigentes, incluidas las normas jurídicas. Desde el momento en que podemos enjuiciar también el sistema legal y hablar así de leyesinjustas, aunque hayan sido correctamente promulgadas, estamos diciendo que el criterio de justicia no puede limitarse al ámbito legal. Justo no es lo mandado, sino lo debido. La justicia, como concepto moral, es mucho más amplia e incluye a la justicia legal. Es precisamente esta diferencia entre lo legal y lo legítimo lo que debe explicar una teoría de la justicia.
Platón da los primeros pasosen este proceso, por el que la justicia va adquiriendo una progresiva dimensión ética. En la República se ocupa de la justicia como una virtud especial, que regula y equilibra las otras virtudes. Su concepción parte del hecho básico de que las personas somos seres esencialmente sociales y, en consecuencia, existe una analogía entre el individuo y la sociedad: al igual que la justicia individual...
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