el velero en la botella

El velero en la botella
Obra de Jurge Díaz.
En el cursu de un año 1CTUS nos ha presentada
cuatro piezas de Jorge Día/: Vn hambre llamado
Isla, Cepillo de dientes, Réquiem para un girasol
j El velero en la botella. A travos de esas representaciones se ha revelada y, diríamos, consagrado
este joven dramaturgo, que luciliuí el año pasado
el premio de la critica por su obru Réquiem para
ungirasol.
El Velero en la botella, primer estreno de Tclus
en l%2. ha alcanzado un éxito todavía mayor.
David es un joven mudo, que no puede darse n
entender n su padn-" v a sus tías; pero Rocín, la
muchacha encargada del asea, lo comprende.
El matrimonio Tudor se presenta en visita de
!•) para estudiar las cláusulas de un contrato
matrimonia! entre David, y una cómoda, hija de
fudí
D •
•los novios. David estropea
bundu a su prometida, Se refugia orí un des• le enseña a hablar. David sale de
i :ondíte sintiendo Que es portador de un raen1
::;i¡ .1 su padri 5 a los hombres.
Su padre no lo es tcl 1 \handona entonces su
casa ;
se integra al mundo.
El argumento es extraño, v extraños son Jos
personajes, las situaciones, [os parlamenius. No
hay coherencia Entre elementos queaparecen disparaladus, casi farsescos: o, si la hu\. es tic un
ten T-,¡JL"\O •
S .•- ^ i

ILII. caprichoso e imprevisto.
hablado de coherencia y no

de unidad, p •

harco en sus chimeneas ("Una fábrica no puede
irse al otro lado del horizonte") y banderas
flameando al viento en prosaicas camisas tendidas
u\ so!. Recordémosla enseñándole a hablar a David: "Como me gustaría oírte decirsin i¡ue apenas te oyera: ¿Roció, por qué tiemblas?... Rocío,
tienes el cuerpo lleno de pájaros asustados. Siento
el cuerpo lleno de sol y quiero que tengas el ¡ol
en tus manos. . ."
Esta riqueza de imágenes no sólo constituye
un adorno lingüístico en Jorge Día/., sino un medio para transportar las palabras a regiones imprevistas en su empleo ordinario: sabe crear (irabolos IVTO su poesía y susimbolismo no estriban
tanto en las palabras, sino en el juego de situaciones v personajes, esto es, son de carácter dramático y no literario. Así, pur ejemplo, el inomsnio
en i|UL" Rocío reconoce las palabras vertidas oor
David en la hutella. o la insólita aclitud de la señora Tudor, a la meditación de la soledad en el
lamentable rosario en familia. Citemos parle de
esta
Tía ¡: Cuartomisterio:
Tía 2: "La Soledad".
IEI padre: (prendiendo Un fósforo). Prendo un
fósforo pero Sola ilumina mi tnuno vacia.
Tía i: Te¡e,
Tía 2: Teje.
El pudre: Vn punta solo.
Tía I: Uno encima del otro.
Tía 2: Uno agarrado al otro.
El pudre: (con desenvoltura, como en una reunían social) Sírvase por favor. No hay como el
1 ."JÍJ tinto para acompañar a la carne. . . ('verdad?
(pensativo)...acompañar a la carne. Sólo e\ hueso acompaña a la carne, Edcirina...
Tin
Tiu
Tía
Tía

1: Punto Í ruzado.
2: Punto cortado.
I: Cruzado.
2: Cortado.

Reconociendo en Jorge Din/ este lenguaje sugerente \ drarnáticamei
: uido, no creemos,
tjue en él resida su principal atractivo.

. • i mas difícil de defen-

1

. ;

Frente a este teatro podemos preguntarnos
:
dóTH'
i
.1 y si suéxito descansa en
o será solo pasajero.
Poesía.
Muy pocos s. atreverán a poner en iluda el
impecable manejo del lenguaje que ejecuta Jorge
Día?. A menudo se convierte en poeta, llegando n
crear con las palabras una realidad nueva, caifada de sugerencias. Recordemos a Rocío, mirnndu
a través de Ja ventanilla del desván: descubre un
mar con olas en los techos de las casas, humo de
376

Humoramargo.
I.n incoherencia —que mencionamos en IJS
obras ik- forge Oíaa— afecta no sólo la trama sino
tarnhiin el e-.;i!o. ¡:e;mi!iendo asociaciones grotes: i ¡(¡as, que snn una tica veta de hibid. Jorge Diaz sabe aprovecharla; hay humor
• " él pero un humor macabro. No hav pieza suya
que no obligue a reli ; pero detrás de la risa está
el estilete, que hiere más por lo sorpresivo. En una
:...