el verano del potro
AUTOR: Rodolfo Otero
Martín vivía en una estancia, porque su papá era el capataz de la misma. Por sus buenas calificaciones eldueño de la estancia lehabia dicho que podía elegir un potro para él. A él le gustaba un alazan del cuadro de los criollos, pero no se atrevía a pedirselo.
Así estabanlas cosas ese verano, cuando llegaron los nietos delpatrón a la estancia. Martín era amigo de juegos y travesuras, de DANIEL, el nieto mayor del patrón. Junto con élllegaron tambien, Teresita y Felipe, los nietos mas chicos.
Durante la primera cena,los chicos le recordaron al abuelo, la promesa que les habia hecho por las notas en elcolegio. Entonces el abuelo le dice a Teresita que le van a regalar el potrillo que esta por nacer de la yeguaFelisa, y a Martín que podrá elegir un potro de la manada de loscriollos. A Felipe le dice que mañana vera a su premio -un ternerito-,.
Al día siguiente, Daniel eligió y su elección fué ..... ¡elalazán!. Por eso, Martín se entristece;Daniel, al enterarse, le propone compartir el alazán y domarlo ellos mismos, como hacían los indios, de abajo.
Esa noche, junto al fogón, el abuelo les cuenta aloschicos, la historia del monte de los aparecidos, y como llegó la estancia a su familia.
Durante varios días, los chicos se dedicaron a ganarse la confianza del animal. Pero, eldía elegido paradomarlo, surge un imprevisto, y el abuelo les encarga varias tareas para realizar en la estancia.
Los chicos, despues de ordeñar a las vacas, convencen aTeresita de que todo esta bajo control, y sevan a domar al potro, desobedeciendo las órdenes de su abuelo y el capataz. Cuando se van, la tranquera queda abierta.
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