el viaje de max
Soy un chico de cabello desordenado y oscuro, ojos castaños y de piel blanca. Mido un metro con setenta y tengo diez y nueveaños. ¿Puede alguien así encontrar tal respuesta como el sentido de la vida?
Hace tres días que la lluvia no cesa. Mamá se irá a trabajar.
No hablo mucho con Sarah, aunque, ella la mayoría de las veces me busca conversa y yo siempre le ignoro.
-oye Sarah ¿vas a cocinar tú? –Le pregunté de pronto.
-Am… ¿por qué? ¿Qué tiene? ¿A caso te quejarás de mi comida otra vez?
-Voy a salir un rato, ¿noquemes la casa oíste?
-¡Eres un maldito!- Logré esquivar a tiempo la cuchara de metal que me lanzó con audacia.
-guau… Eres una idiota.
-pero es que… ¿cómo puedes decirme tales cosas como esas?
-Vamos supéralo, no es para tanto ¿o sí? Una casa más, una casa menos ¿qué más da?
-No me fastidies que soy yo la que cocinará.
-¿Es una amenaza?- Dije avanzando lentamente hacia ella con las manos en losbolsillos.
-¿Por qué me miras así?- Respondió de pronto.
Yo me acerqué hasta quedar frente a ella. No apartó en ningún momento la mirada. Sus ojos verdes realmente deslumbran y son muy atractivos.
-¡Oye aléjate! Te… te… te… ¡te acusaré a tu mamá!
-¿Qué crees que voy a hacer? ¿Violarte? Por favor, pero que imaginación…
-Nunca pensé eso… solo que estás muy cerca y…
-Eres una cobarde. ¿Perosabes qué?
-¿Qué?
-Quiero preguntarte algo…
-Nos conocemos hace dos semanas Max, no podemos ser...
-¡Ata esa imaginación tuya que es demasiado idiota! – Respondí algo irritado.- ¡mujeres!
-Oye solo bromeaba. Es que te pusiste serio y eso me asustó.- dijo mientras se ajustaba la gorra roja de lana de mamá para el frío.
-Yo siempre soy serio.
-Actúas serio pero no siempre lo eres. Te observotodos los días y he aprendido algunas cosas de ti.
-¿Por qué lo haces? Yo aquí casi ni noto tu presencia para no fastidiarme.
-Sé que me espías cuando voy a darme un baño.-Dijo orgullosa, supongo que de su belleza.
-Intentas sacar verdades con mentiras. Nunca se me ha pasado esa idea por la cabeza. Aunque, si quieres que te vea desnuda pues… desnúdate ¿qué más da?
-bueno bueno, no importa yadime lo que querías decirme que debo cocinar.-Dijo sonrojada.
-Ya no quiero preguntarte nada. Eres una boba y no me interesa la opinión de alguien así.
-Como digas señor perfecto. Ve a caminar a ninguna parte, a observar todo y no obtener nada.
-Caminando obtienes parásitos… como tú.
A pesar de lo idiota que eran las discusiones, me entretenían.
No me importaba salir afuera con lluvia. Mojarmeun poco no me mataría. Las calles estaban totalmente desoladas. Me refugié en una parada de autobuses y me puse a pensar. Buscar el sentido de mi vida. ¿Cuál será el sentido de la vida de Sarah? Quería preguntárselo pero es tan idiota que me arrepentí.
El sentido de la vida de un cantante es su música y sus fans. El de un escritor asumo que serán sus libros y sus lectores. El de un religioso ha deser Dios y el de un soldado ha de ser su país y sus camaradas. ¿Pero cuál es el sentido de mi vida? ¿Habrá más personas con las mismas dudas? Mi cuerpo comenzó de pronto a temblar a causa del frío. Regresé a casa. Sarah estaba dormida.
-Oye Sarah, ¿tienes frío?- le dije al verle temblar. Ella dormía así que obviamente no me respondió.
-Dormida no te ves tan idiota. Te cubriré con esto si no temolesta.- Le dije mientras ponía una manta sobre ella.
-Y tú no eres tan frío como muestras.- Dijo de pronto.
-¿Te hacías la dormida?
-Desperté recién y tú estás avergonzado ¡ahahah!
-Y tú estás avergonzado bla, bla.- le dije burlándome.- Me cambiaré de ropa.
Fui a mi habitación, me sequé el cabello y me cambié de ropa. Al regresar al comedor, Sarah había puesto los dos platos con comida...
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