El vicio del smartphone
Entiendo que, elque esto sea para bien o para mal está abierto a debate, pero no hay dudas de que el hecho de contar con estos dispositivos modifica la forma de relacionarnos con otras personas y hasta con nosotrosmismos.
Nos hacen sentir que siempre podemos ser escuchados porque podemos transmitir nuestros pensamientos vía medios sociales, texto o email cuando lo deseemos. Prometen una vida donde nunca nosentiremos solitarios porque siempre estaremos en contacto con “amigos” y “eventos” en línea. Independientemente de las razones prácticas para tener un smartphone, que son muchas y muy válidas, existe elaspecto emocional que no podemos pasar por alto.
Los dispositivos móviles han resultado ser factor crucial en el crecimiento de muchas redes sociales, sobre todo las más grandes. Y es porquequeremos estar más comunicados con nuestros familiares y amigos, pero también soy de opinión de que “esto genera un problema serio, ya que por un lado reemplazamos el contacto cara a cara con lasrelaciones digitales, pero más insidioso aún, estamos comenzando a crear una dinámica donde las emociones existen para compartirse en un medio digital -lo cual limitaría tremendamente la respuesta emocional delas personas si la posibilidad de compartir no está presente- es decir, si no hay un smartphone o herramienta similar que nos dé esta opción”.
En esta situación, la soledad sería equivalente a nopoder actualizar nuestras cuentas de Redes Sociales para poder compartir lo que estamos sintiendo en un momento dado.
Acabo de leer en internet que a la entrada de algunos restaurantes europeos...
Regístrate para leer el documento completo.