El viento de los recuerdos

Viento de los recuerdos
El viento de la luna: irónica imposibilidad. Si hubiera viento en la luna, las huellas de Armstrong y Aldrin se borrarían; si hubiera viento en nuestras conciencias, se borrarían los recuerdos.
El presente trabajo abordará temas tanto teóricos, como de juicio propio. Pretende ser un híbrido balanceado entre lo formal y lo literario y no solamente un esbozo cuadrado deciertas teorías que a fin de cuentas muchos ven, pero que en realidad no aportan al verdadero deleite que significa una lectura.
La obra de Antonio Muñoz Molina contiene infinidad de elementos que podrían analizarse desde el punto de vista teórico de la literatura. En primer plano puede observarse la verosimilitud. Mágina no es otra que Úbeda, ciudad natal del escritor español, recurso que no esutilizado por primera vez en sus obras.1 Por otro lado, cuenta con la parte realista y la cicatriz que aún se nota de la Guerra Civil española, así como la diferencia que existente entre la sociedad: clase alta y clase trabajadora. Pero no sólo son dichas partes importantes en el proceso verosímil de la narración. Supóngase que lo anterior puntualiza al lector en el presente específico de 1969 enEspaña, en su contexto y su geografía. Sin embargo, se relata un hecho todavía más relevante, la llegada del hombre a la luna; lo que pone al lector en un contexto no sólo especialmente ibérico, sino también en un punto crucial e importante en la historia a nivel mundial.
Continuando con lo teórico, Ana Rodríguez Fischer, en su artículo sobre esta obra2 hace mención a dos importantes cuestiones:la novela de formación o Bildungsroman y la faction o autoficción, también ya utilizada por el autor en Ardor guerrero (1995). Es pues este aspecto de la novela un cotejo entre el desarrollo adolescente un tipo de autobiografía impregnada de ficción, en lo cual sería interesante profundizar; empero, ése no es el objeto del presente ensayo.
Para finiquitar las partes teóricas de la obra de MuñozMolina, existen dos de ellas que son especialmente esenciales: la narración y la alternancia de los espacios. Empezaré con la primera (y me permitiré cambiar el estilo del impersonal al personal de forma indiferente). El estilo de la narración es un tanto distinto al que había observado en otras obras. Si bien, se deshace en descripciones precisas que evocan imágenes fieles a la realidad, al mismotiempo tiene cambios extraordinarios, pero a su vez extraños. Por ejemplo, el capítulo diecisiete está relatado por los astronautas, de algún modo, cuestión que de hecho se reitera en la obra en otros sitios; aunque, obviamente, en este capítulo se nota aún más. Ahora, el capítulo dieciséis no es en sí una narración, sino una serie de diálogos entre la tía, la madre y la abuela del protagonista.Aún así, podría hablarse de una meta-narración con respecto a lo que la abuela cuenta, resaltando la guerra. Además, la voz del protagonista está situada en 1969, a veces desde ese punto cronológico relata un año antes y en otras ocasiones, como al principio, la narración es ese año antes, es decir en 1968. Pero al final, la gran sorpresa que se auspicia mediante el mismo relato, el protagonistaya es un hombre de pelo cano.
Pasaré ahora a abordar el aspecto espacial de la novela. Lo primero que salta a la vista en cuanto a los lugares es el detalle con el que son descritos: desde la forma de las casas, los enseres domésticos, las calles, el cine, la escuela; pero también la tecnología inasible de las naves, las escafandras, los cascos, las computadoras y el espacio. Todo eso va dibujandoineludible en la mente cada escena, incluso, cada movimiento, puesto que el polvo, el agua y los rostros también son expuestos minuciosamente a través de las palabras. Sin embargo, lo que realmente es de resaltar es que los escenarios, los momentos, los sitios, no son más que marcas; una forma de anclaje, por así decirlo. Si se habla, por ejemplo, de la casa de Baltasar, inmediatamente se sabe...