el virreynato
La creación del Virreinato del Río de la Plata y las reformas borbónicas
Ahora deberemos retroceder brevemente en nuestra narración, para tratar con algo más de detalle algunos hechos que afectaron directamente el destino de Buenos Aires y su jurisdicción. Como se dijo al principio de este capítulo, la declinación de las fortunas del Imperio Español se detuvo brevemente durante la guerra dela independencia norteamericana, que culminó en 1783 con la paz de Versalles. Durante este período, España no sólo revirtió algunas pérdidas territoriales, sino que:
1. Intentó modernizar su imperio, mediante las mencionadas reformas de 1778-1782, y
2. Se preparó para afrontar el desafío portugués y británico en la frontera sur de sus dominios, creando el Virreinato del Río de la Plata pormedio de la real cédula del 1º de agosto de 1776. El virreinato tendría su capital en Buenos Aires, y a la jurisdicción de ésta (que ya abarcaba Asunción y Montevideo) se le anexaría la Real Audiencia de Charcas (es decir, todo el Alto Perú, hoy Bolivia), y la provincia de Cuyo (que hasta entonces había sido jurisdicción de Chile).
Poco tiempo después, la Real Ordenanza de Intendentes del 28 de enerode 1782 dispuso dividir el Virreinato del Río de la Plata en ocho gobernaciones-intendencias, además de las gobernaciones militares y políticas de Montevideo y de los pueblos de las antiguas misiones jesuíticas. (1) Pero como consecuencia del informe presentado por el virrey Juan José de Vértiz, esta estructura fue modificada por Real Orden del 29 de julio de 1782 y por la cédula aclaratoria del5 de agosto de 1785, suprimiéndose las intendencias de Cuyo y Santa Cruz de la Sierra y dividiendo la del Tucumán en dos. En definitiva el virreinato quedó integrado por las gobernaciones-intendencias de Buenos Aires, Paraguay, Córdoba del Tucumán, Salta del Tucumán, La Paz, Charcas, Cochabamba y Potosí, más cuatro gobernaciones que fueron Montevideo, los pueblos de las misiones guaraníes, y losde las provincias de Moxos y Chiquitos. Más tarde se agregó la de Puno (reintegrada a Perú en febrero de 1796). (2)i
En el contexto cultural argentino (al que esta obra va dirigida) es necesario aclarar que este nuevo virreinato no incluía el territorio patagónico, que según la mitología oficial que se desarrolló en este país fue parte de aquella jurisdicción. La real cédula de 1776 nada decíasobre los territorios del extremo sur, ni tampoco decía nada al respecto la real cédula de 1777, que confirmó la creación del virreinato. Mencionan a Cuyo y a Charcas, pero no a la Patagonia. La historiografía oficial argentina ha pretendido que esta omisión se debió a que la Patagonia pertenecía ya a la gobernación de Buenos Aires, pero esta afirmación es insostenible debido a que todos los mapasespañoles del período incluyen a la Patagonia como parte del "Reyno de Chile". Tal es el caso, por ejemplo, del famoso mapa de Cano y Olmedilla, "geógrafo pensionado de Su Majestad", de 1775. Mapas posteriores a la creación del virreinato, como el del extremo sur del continente firmado en 1798 por el secretario de la Real Armada, Juan de Langara, tampoco hacen mención alguna del Río de la Plata enesas tierras australes, mientras que sí mencionan al Reyno de Chile.
Esto no quiere decir, por supuesto, que esas tierras hayan sido auténticamente chilenas en 1810. Eran tierras indígenas que nunca habían sido conquistadas por los españoles, y por ende, ni chilenas ni del Río de la Plata. Es por ello que ningún mapa del Imperio Español publicado por otras potencias europeas deja de señalar a esosterritorios como res nullius, es decir, tierra de "nadie" que estaba abierta a la conquista por los Estados del mundo "civilizado" (es decir europeo). Posteriormente, los procesos histórico-políticos y militares deslindarían los límites entre las nuevas repúblicas americanas a través de una lógica que poco tendría que ver con las líneas que trazaba la Corona de España como un medio para hacer...
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