El visitante inquietante

PRIMERA PARTE
INTRODUCCION

El visitante inquietante


Vamos a iniciar este trabajo de grado con una consideración ya típica, tópica: la llegada del nihilismo a Europa. Partiremos de la advertencia de Nietzsche en La Voluntad de Poderío sobre el arribo de este visitante inquietante. De entrada, inscribimos dos advertencias. La primera, es que las características que Nietzsche da a estefenómeno en su libro son contundentes. A ello contribuyó no poco su estilo literario, el torrente de ese lenguaje aforístico en que fue redactada aquella especie de profecía apocalíptica: a la vez que plenos de agudas herramientas dialécticas, estos manuscritos póstumos de Nietszche estaban concebidos como una admonición, al leerse resonaba en ellos el tono de los profetas testamentarios, deaquellos videntes eternizados por las Escrituras –iluminados, alucinados- que advertían al mundo de las grandes catástrofes que nos deparaba el porvenir1. Inevitable es entonces tomar a Nietzsche como punto de partida para este trabajo de grado pues, como él mismo ha dicho, es el primer gran nihilista de Europa 2.
Segunda advertencia y aclaratoria: no somos especialistas en Nietszche. Tampocopretendemos escribir un trabajo donde Nietszche sea el centro de atención y discusión, donde funcione como una especie de axis. A lo largo de estas líneas, nos referiremos a Nietszche siempre desde el punto de vista de Richard Rorty, pues el autor a quien dedicamos este trabajo de grado entiende a Nietzsche como el filósofo que más hizo en su momento para despertarnos del confort metafísico,simultáneamente con los autores nortemaricanos padres del pragmatismo –James y Dewey- aunque éstos últimos no poseyeran la fineza y la contundencia argumentativa del autor de Zaratustra... No pretendemos establecer una postura personal en torno a la obra de Nietszche en este trabajo, y menos aun con un texto tan polémico, tan sujeto a interpretaciones variadas, como lo es La Voluntad de Poderío. Se trata deun hito, de un mojón, para señalar históricamente la aparición de la doctrina nihilista en Europa. Nuestro Nietzsche es un Nietzsche rortyzado, para decirlo con un neologismo. Sólo eso por ahora.
Decíamos que el visitante inquietante de Nietzsche –con todo y parecer más una imagen literaria útil que un cuerpo doctrinario cuidadosamente articulado- contribuyó a desmoronar los cimientos de losedificios de las grandes ideologías del siglo XIX camino del XX 3. Declaraba Nietszche que se trataba de un proceso de larga y macerada génesis: según él, la semilla del nihilismo estaba ya prefigurada en el idealismo griego clásico y reaparecería con todas consecuencias centenares de años después, justo en el momento histórico que a él le tocó vivir y –sobre todo- vislumbrar. Tardas peroineluctables, las implicaciones del platonismo llevado a sus últimas instancias obrarían como una reacción en cadena, y contribuirían a derrumbar como un castillo de naipes las grandes ideologías que reinaron en el siglo XIX y que pretendían persevarar en el siglo XX. Con Nietszche, no sólo desaparece la teleología -la meta y el por qué- sino que ocurre algo muy importante para las intenciones de estetrabajo: con sus propuestas se legitima una incertidumbre cognoscitiva4.
Esa especie de virus desatado por Nietzsche afectó por igual el viejo idealismo hegeliano -no tanto en su dialéctica e historicismo como en su teleología del Espíritu- y el no tan lejano materialismo histórico de Marx: por ejemplo -y sobre todo- minando la confianza en un destino comunista y redimido de la Humanidad.
Aparte deafectar los anteriores sistemas historicistas en sus vertientes proféticas y finalistas, también afectó las filosofías cognoscitivas de corte idealista, sobre todo las que tenían raíces transcendentalistas y degeneraban en metafísica.
Potenciado por el horror y la vacuidad que produjeron las dos guerras mundiales, el nihilismo se expandió en nuestro siglo y afectó los intentos de reconstruir...