El vuelo de los cocuyos
El Sol y él se levantaban
llenos de energía y color.
Porque ambos esperaban
un día mejor que el anterior.
El Sol se vestía con rayos,
Damián con camisa y botas
que besaban los suelos
y sostenían las gotas
de sudor derramadas,
por las tareas laboriosas.
De su familia había aprendido
el oficio de amar a la tierra
para que esta le correspondiera
con gratitud de flores yfrutos.
Por eso se levantaba cada mañana
cuando empezaba a esclarecer,
para brindarle cariño a su amada,
la que llena sus bolsillos y da de comer.
En su campo forrado de verde
y muchos otros tantos colores,
la brisa era el suave compás
al que bailaban las abejas y flores.
Las hojas de cada rubro
eran brazos que acariciaban
a su cuidador desmedido.
Cada día en Ocoa se bailaba
el merengue delagricultor,
Damián agarraba por la cintura
la madera tosca de su asada
y al ritmo del calor trabajaba,
destilando valiosas gotas de sudor.
Hasta que un día inesperadamente
al alzar el sudoroso semblante
divisa una belleza ilusoria al instante,
mujer de figura esbelta y elegante
que va pisando suave sobre el camino
siempre lodoso o polvoriento.
Damián se pregunta si lo visto
posiblemente fuesecierto.
Pero antes de averiguarlo
decide lanzar su flechazo
en forma de sonrisa y mirada,
a aquella anaranjada dama
que cruzaba por el camino.
Ella responde con una mirada
un poco altanera y pícara,
suficiente para que se animara
el deseo de perseguirla.
Desde ese día en la mañana,
la vida de Damián quedó marcada.
Desde ese entonces no veía nada más,
en su mente caminaba aquella dama
de pielblanca, vestida como atardecer
que se acercaba cuando las labores
de ese día empezaban a languidecer.
El foco de luz ya se apagaba
al esconderse detrás de la cordillera,
Damián se dirigió a su casa,
bañó su cuerpo con aguas frías
y su fabricado jabón de miel.
Se preparó para hoy dejar de serle fiel
a la constante soledad que
cada día lo acompañaba.
Con seguridad montó su caballo
hacia la ruidosa yfamosa enramada
del tan mencionado Don Jaramillo.
Popular destino los fines de semana
donde quien llegaba ligaba
a las muchachas del pueblecillo.
Pero esa noche era especial,
todo el mundo murmuraba
la llegada inesperada
de la hija de Don Alvarol,
el hombre más rico de Ocoa.
Era la misma muchacha anaranjada
aunque ahora vestía de rojo.
Se decía que había desaparecido
con un antiguo enamorado,
todosla daban por perdida
y tenía un aire medio fantasmal.
Aunque al verla llegar
Damián no pudo resistir
como esa piel lo invitaba a tocar,
como esos labios pintados
lo invitaban a pecar,
esa mirada misteriosa
que en su mente se había fijado,
quiere hacerla suya y nada más.
Después de algunos tragos
entre sonrisas y miradas,
Damián con decidida valentía
invita a bailar a la dama,
y propicio fue elmomento
por el bolero que sonaba.
Sostuvo su mano
como gran caballero,
mientras la suya
le cercaba la cintura.
Y al ritmo de bolero
también se hablaban:
Disculpa mi travesura
al mirarte hoy con frescura,
de cada año un día
se ven como tú hermosuras.
La dama vestida de rojo,
tiñó de rojo su piel
en conjunto con una sonrisa
que se esbozaba avergonzada.
Damián preguntó su nombre
y con cariñorespondió:
Solo para usted
hoy me llamo Diana.
Y la charla no los detuvo
de rozar la piel en el baile,
no había hueco entre sus cuerpos,
respiraban el mismo aire.
Hasta que la pieza terminó
pero la magia seguía allí,
la fantasía se extendió.
Damián le propuso
a la fulgurante bella Diana
alejarse del tan ruidoso sitio
para fundirse en la tranquilidad
de sus tierras que cerca estaban.
Muy contentaacepta Diana.
Ambos se montan en el caballo
y parten a las tierras cercanas.
Damián aprovecha el camino:
Nunca pensé que mi caballo
algún día se daría el gusto
de escoltar a una princesa.
Diana le sigue la corriente:
Pero más suerte tiene el caballero
de que la princesa se llame Diana
El caballo iba tranquilo
no sentía el gran peso de ambos,
y rápido alcanzó galopando
las tierras de el buen...
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