el vuelo del co0ndor
El poder del arte había quedado revelado. El pianista santafesino, una potente luz en el firmamento del jazz del mundo a sus apenas 35 años, hizo sonarla tecla de una proyección musical tan ilusionada como real, que no le dejó a los sentidos más salida que emocionarse por haberla visto, por haberla sentido.
Toda su sabiduría estaba lejos de seruna carga, sino que era un ligero fluido echado a andar detrás de una intención sensible.
Fue como un acto de asunción de la libertad. Leo Genovese ha dicho una y otra vez que el jazz es unarevolución; es posible que se refiera a la gran conmoción que el género trajo en el siglo 20, que lo situó acaso en lo más alto de la técnica instrumental y de la exploración musical, y al hecho de que apartir de entonces tuvo la llave para abrir muchas puertas escondidas.
El jazz tiene la capacidad de poder descomponer las cosas para después volver a componerlas desde otro concepto. A veces puedeparecer que se toman canciones de aquí y de allá sólo como una excusa para recrear, para desplegar el vuelo de la improvisación. Sin embargo, está cada vez más subrayada la mirada hacia otrasmanifestaciones, algunas de acento étnico inclusive, en su intento por beber de otras fuentes.
Algo de eso fue lo que pasó el jueves por la noche en el Teatro San Martín, por una semana la casa central delCórdoba Festival Jazz 2014. Leo Genovese vino a ofrecer su arte en una formidable versión de trío junto al porteño Demián Cabaud en contrabajo, y al macedonio Aleksandar Petrov en percusión. Pero...
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