El Yo creador

 Yo, creador
Reflexionado sobre la disputa entre razón y emoción, mentalidad y corazón, impulso y decisión surgen numerosas cuestiones dignas de pensar. Sucede que siglos después del siglo de las luces, nos encontramos en un camino que ilumina sectores parciales de la realidad mientras que su verdadero fundamento se resguarda en la cómoda oscuridad, desafiando la determinación de aquellos quese atreven a mirar más allá de lo obvio, de lo natural, por sospecha de vil arbitrariedad. Particularmente, en este ensayo, intentaremos esclarecer cuál es el carácter de las emociones, cuál es su vínculo con la razón, y qué tipo de relación ha de darse entre ellas para lograr una voluntad auténtica con ineludible mirada hacia el otro como condición de mi existencia. Confiamos en que el análisisde casos particulares, presentes comúnmente en la sociedad nos puede ayudar a comprender cómo nuestros deseos, placeres e inclinaciones pueden cohibir nuestra libertad, o aún más, llevar a despreciarla y elegir la obediencia, el autoengaño o la ignorancia. También estudiaremos cuál es el rol de nuestra razón en la extracción del sentido de nuestros deseos primarios, y cuál es el proceso que ha dedarse para lograr una construcción no exclusiva del ser.
Como producto de la caída de los proyectos ultra-racionalistas, surgieron alternativas que buscaban socavar la preponderancia de la razón, apelando a cierta frialdad, inhumanidad, o tendencias excluyentes de la razón. En este sentido, los movimientos en contra de las campañas militares en Vietnam, la lucha por los derechos de losafroamericanos en Estados Unidos, etc. Fueron movimientos asociados a cierta emotividad que fundaba una relación más íntima con el otro, que proponía el amor como primera postura ante el otro, y combatía una tradición segregadora. Esta emotividad se trasladó a distintas esferas, generando una nueva conciencia sobre la importancia de las emociones, la búsqueda de la paz, el acercamiento a través del amor, latolerancia y el respeto.
Esta revolución dio lugar a una nueva perspectiva en el mercado también; el público, más susceptible a la compasión, pero también al engaño, rebajó la razón a límites no convenientes para una comunidad que se quiera política. Sostenemos aquí que la estigmatización de la razón en dicho período histórico, en conjunto con el boom de las emociones sirvió de plataforma parala fragmentación del ser.
En principio, el origen de la palabra emoción nos remite a un movimiento o impulso, aquello que te mueve hacia algo, inmediatamente nos damos cuenta que dicho movimiento ha de ser iniciado por algo, o mejor dicho por alguien. Y en segundo lugar, nos damos cuenta que movernos hacia algo puede ser muy conveniente para ciertos sectores del poder si no se piensan los motivos.Para profundizar este carácter subdesarrollado de la emoción, y no caer en una tergiversación de su tradicional significado utilizaremos aquel término acuñado por S. Freud, cuya traducción al español conocemos como pulsión.1 Entendida en este término, se hace cognoscible otra dimensión de la emoción, más primitiva y vulnerable. La pulsión nace de tensiones somáticas, es decir de sensacionescorpóreas, es un impulso psíquico cuya fuente es la excitación y se dirige a cierto objeto para calmar su estado de tensión. Una combinación de deseos, impulsos y excitación que busca colmar su insaciable sed resulta muy útil para comprender nuestro universo de emociones, o como se va a explicar posteriormente, de pre-emociones.
En segundo lugar, la Razón, arma predilecta de los seres humanos, es laencargada de descifrar esta red de fuerzas, extirpar aquellas malformaciones producto de la ignorancia o la susceptibilidad marketinera. Para tal objetivo es necesario tener presente la libertad, encarnarla como, no sólo la capacidad, sino el deber de desprendernos de lo sugerido, lo natural, lo impuesto y construir de manera autónoma, aunque no por esto solitaria, nuestras ideas. Para completar...