elchiste total
CHISTE
Y
SU
RELACIÓN
CON
EL
INCONSCIENTE
-‐
1905
PARTE
ANALÍTICA
INTRODUCCIÓN
Todo
aquel
que
haya
buceado
en
las
obras
de
Estética
y
de
Psicología
a
la
rebusca
de
una
aclaración
sobre
la
esencia
y
las
relaciones
del
chiste,
habrá
de confesar
que
la
investigación
filosófica
no
ha
concedido
al
mismo
hasta
el
momento
toda
aquella
atención
a
que
se
hace
acreedor
por
el
importante
papel
que
en
nuestra
vida
anímica
desempeña.
Sólo
una
escasísima
minoría
de
pensadores
se
ha
ocupado
seriamente
de
los
problemas
que
a
él
se
refieren.
Cierto
es
que
entre
los
investigadores
del
chiste
hallamos
los
brillantes
nombres
del
poeta
Jean
Paul
(Richter)
y
de
los
filósofos
Th.
Vischer,
Kuno
Fischer
y
Th.
Lipps;
mas
también
todos
estos autores
relegan
a
un
segundo
término
el
tema
del
chiste
y
dirigen
su
interés
principal
a
la
investigación
del
problema
de
lo
cómico,
más
amplio
y
atractivo.
La
literatura
existente
sobre
esta
materia
nos
produce
al
principio
la
impresión
de
que
no
es posible
tratar
del
chiste
sino
en
conexión
con
el
tema
de
lo
cómico.
Según
Th.
Lipps
(Komik
und
Humor
1898),
el
chiste
es
«la
comicidad
privativamente
subjetiva»;
esto
es,
aquella
comicidad
«que
nosotros
hacemos
surgir,
que
reside
en
nuestros
actos
como
tales,
y
con
respecto
a
la
cual
nuestra
posición
es
la
del
sujeto
que
se
halla
por
encima
de
ella
y
nunca
la
de
objeto,
ni
siquiera
voluntario».
«La
siguiente
observación
aclara
un
tanto
estos
conceptos;
se
denomina
chiste
«todo
aquello
que
hábil
y
conscientemente
hace
surgir
la
comicidad,
sea
de
la
idea
o
de
la
situación».
K.
Fischer
explica
la
relación
del
chiste
con
lo
cómico
por
medio
de
la
caricatura,
a
la
que
sitúa
entre
ambos
(Ueber
den
Witz,
1889).
Lo
feo,
en
cualquiera
de
sus
manifestaciones,
es
objeto
de
la
comicidad.
«Dondequiera
que
se
halle
escondido,
es
descubierto
a
la
luz
de
la
observación
cómica,
y
cuando
no
es
visible
o
lo
es
apenas,
queda
forzado
a
manifestarse
o
precisarse,
hasta
surgir
clara
y
francamente
a
la
luz
del
día...
De
este
modo
nace
la
caricatura»
(pág.
45).
«No
todo
nuestro
mundo
espiritual,
el
reino
intelectual
de
nuestros
pensamientos
y
representaciones,
se
desarrolla
ante
la
mirada
de
la
observación
exterior
ni se
deja
representar
inmediatamente
de
una
manera
plástica
y
visible.
También
él
contiene
sus
estancamientos,
fallos
y
defectos,
así
como
un
rico
acervo
de
ridículo
y
de
contrastes
cómicos.
Para
hacer
resaltar
todo
esto
y
someterlo
a
la
observación
...
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