Elecciones
El que la des favorabilidad del Congreso sea tan alta le da una connotación especial a esta jornada electoral: les corresponde a los colombianos poner la primera piedra de la reconstrucción, tan urgente como necesaria, de la confianza en el Legislativo.
En medio de la habitual expectativa por conocer hasta qué punto variará el mapa político del país al caer latarde, los colombianos elegiremos hoy a los 102 senadores y 166 representantes que conformarán el Congreso de la República durante los próximos cuatro años.
Antes de acudir a las urnas hay que tener algo muy claro: los congresistas a los que por sus fallas, irresponsabilidad, ausentismo e incluso delitos se les puede endilgar el creciente desprestigio de esta institución no fueron nombrados por unsuperior; tampoco cayeron del cielo a sus curules; están ahí por voluntad popular.
El hecho lamentable de que la favorabilidad del Legislativo esté por el piso le da a la cita de hoy una connotación especial, ya que los colombianos son los responsables de poner la primera piedra de la reconstrucción urgente y necesaria de la confianza en el Congreso. Esto solo se logra con un voto responsable,informado, otorgado a candidatos capacitados, que entiendan la política como un servicio, no como un emprendimiento. Y es que cuatro años más de deterioro de la imagen de esta institución pueden tener consecuencias que pondrían a la democracia colombiana a transitar caminos pantanosos, desconocidos y sumamente riesgosos.
Ligado a lo anterior, es de esperarse que los aspirantes en sus correrías yactividades proselitistas hayan logrado recoger las demandas sociales que salieron a flote el año pasado y que fueron el motor de un lapso sin precedentes en materia de protesta social. Este asunto es fundamental, pues es el Congreso el escenario para tramitarlas y es responsabilidad de los parlamentarios sintonizarse con las necesidades de la gente para evitar que predominen los intereses desectores minoritarios, pero hábiles a la hora de dirigir a su favor la agenda legislativa.
Es preciso, así mismo, recalcar hoy que la democracia no puede limitarse al sufragio. Esto les compete a los electores, pero también a quienes salgan elegidos. Los primeros deben hacer seguimiento al desempeño de los congresistas, mientras que los segundos deben darle a la rendición de cuentas máxima prioridad.Sobre esto último hay que acotar que, como ya lo han expresado distintas voces, el sistema electoral dificulta tal labor. De ahí que sea deseable introducir cambios que faciliten este proceso fundamental.
Como consecuencia de lo dicho, han surgido voces que promueven el voto en blanco. Aunque se trata de una opción siempre válida dentro del juego democrático, quienes opten por él deben estarsuficientemente conscientes de los efectos de tal decisión, que ya varios analistas han desglosado y que tienen que ver sobre todo con la exclusión de las fuerzas minoritarias.
Así, pues, a la hora de pararse frente al tarjetón, los electores deben estar informados no solo acerca del pasado de los aspirantes, sino deben ser conscientes de los retos que estos enfrentarán en caso de lograr una curul. Esclaro que este será el Congreso llamado a labrar el camino hacia la paz: tendrá que traducir en leyes los acuerdos que se firmen en La Habana. Pero, así como quienes resulten elegidos deben tener muy clara la responsabilidad que significa darle el empujón definitivo al mayor anhelo de los colombianos en toda la historia republicana, son, igualmente, muchas las tareas –y no menos importantes– quetienen que llevar a cabo y que no dependen de lo que ocurra en Cuba. Lo anterior cobra especial validez en lo relativo al desarrollo rural, una entre varias prioridades de la agenda de los próximos cuatro años.
Junto con las referidas nuevas reglas que le den un nuevo impulso al campo, figuran en esta lista de compromisos urgentes llevar a buen puerto reformas que no dan espera en temas vitales...
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