ELEFANTES
Los primeros ejemplares comienzan a llegar en el mes de septiembre para iniciar el ciclo anual de reproducción. Las hembras arriban unos días más tarde y a partir de ese
momento, los machos comienzan a competir para agrupar sus respectivos harenes. En primer lugar, el macho intenta ahuyentar a los que pretendan robar a sus hembras, pero si
esto no fuera suficiente, la disputa sigue de feroces peleas. Las violencia de la lucha por las hembras queda registrada en las abundantes cicatrices que pueden observarse en los cuellos de los machos. Si el elefante pierde una disputa, el vencedor anexa su harem al
propio. De esta forma, los machos más fuertes y agresivos acumulan harenes más grandes,
pudiendo un solo ejemplar servir hasta 100 hembras en una temporada. El desgaste físico de la época de apareamiento es pues, importante. Especialmente, porque la tarea de vigilar al harem le impide ingresar al mar para procurarse alimento. Una vez finalizada la época de
celo, el macho vuelve al mar, de donde saldrán para la muda anual.
El período de gestación dura 11 meses. Al nacer, el elefante mide 1m de largo y pesa unos
40 kg, peso que duplican a los 10 días. La leche materna, muy abundante en grasas permite este extraordinario crecimiento. Durante el primer mes de vida, las crías mudan la
pelusa negra que tienen al nacer por su piel de adultos, gris oscura en el dorso y más clara
en el vientre.
Las hembras alcanzan su madurez sexual al rededor de los 2 y 3 años, los machos, a los
seis. El promedio de vida de la especie es de 20 años.
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