Elegido monar lluch, transmisiones, guerra civil española.
Transmisiones
Federic F. Esparza
Índice
1. Introducción
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1.1 La España de los años 30
1.1.1 Demografía 1.1.2 Economía
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1.2 La Guerra Civil Española 1.3 Los dos bandos
1.3.1 Nacional 1.3.2 Republicano
2. Trasfondo político
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2.1 La Revolución Social 2.2 La Iglesia
3. Losdetonantes 4. La guerra
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4.1 La insurrección del 17 de julio 4.2 El desarrollo de la guerra
4.2.1 La guerra terrestre 4.2.2 La batalla de Guadalajara
5 La 98 brigada mixta 6 Elegido Monar Lluch
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6.1 Introducción 6.2 Cárcer 6.3 Dolores Ibárruri 6.4 Entrevista 7.1 ¿Dos Españas? 7.2 La gran mentira
7 Conclusiones
1. Introducción
1.1 La España de los años 30
1.1.1Demografía La España de los años treinta era un país mayoritariamente rural y poco poblado en comparación con otros estados de la Europa occidental. No obstante, era perceptible una tendencia a la modernización de las estructuras demográficas, que el crecimiento económico del último período de la Monarquía había contribuido a consolidar. El carácter selectivo de tal proceso, condicionado por eldesigual desarrollo capitalista de las primeras décadas del siglo, confería a estos impulsos demográficos una capacidad de dinamización y, a la vez, de generación de tensiones sociales. A comienzos de 1931, España contaba con 23.563.867 habitantes, con una densidad de 46,7 habitantes por kilómetro cuadrado. En 1936, alcanzó los 24.693.000. Un 48,8 por ciento eran hombres, y un 51,2, mujeres. Lapoblación se repartía muy desigualmente por la geografía nacional. Era más densa en las zonas costeras, en el área de Madrid y en Andalucía occidental, mientras que las comarcas montañosas de Aragón y grandes porciones de Castilla la Vieja, León y Extremadura estaban escasamente pobladas. El crecimiento vegetativo era sostenido, en torno a un once por mil anual, y se producía especialmente en Galicia,Extremadura y Andalucía, mientras que las cifras más bajas, aunque no inferiores al 8 por mil, se daban en las provincias mediterráneas. La tasa bruta de natalidad bajó de 28,3 en 1930 a 25,9 por mil en 1935, y la tasa de reproducción -número de hijos por mujer- descendió casi a la mitad, de 1,8 a 1, durante el quinquenio, pero estas cifras se vieron compensadas por la continua bajada de lamortalidad, que siendo de 17,3 por mil habitantes en 1931, llegó a situarse en un 15,7 en 1935. La esperanza de vida, sin embargo, seguía siendo baja, ya que no llegaba a los cincuenta años para los varones y en el caso de las mujeres apenas superaban esa cifra en unos pocos años.
La tasa de analfabetos era elevada en 1930, un 30,8 por ciento -23,6 en los varones, 38,1, en las mujeres- pero habíadescendido once puntos a lo largo de la década anterior, y durante los años treinta lo haría en otro nueve por ciento. En el otro extremo, la enseñanza superior poseía una notable calidad, pero era muy elitista: en 1931 se contaban 35.000 estudiantes en toda España. Como era lógico en un país agrícola, las actividades del sector primario ocupaban a un sector muy grande de la población activa, el 45,5por ciento en 1931, frente a un 25,5 en el secundario y un 17,6 en los servicios, pero su porcentaje no dejó de disminuir durante los años republicanos. El proceso de urbanización había progresado a buen ritmo en las últimas décadas. En 1930, el 43 por ciento de los españoles vivía en núcleos de más de cien mil habitantes. Las siete principales ciudades -Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla,Málaga, Zaragoza y Bilbao- aumentaron su población en un 23 por ciento durante los años veinte y las dos primeras, que rondaban el millón de habitantes, la cuadruplicaron entre 1900 y 1936. El éxodo a los centros urbanos y a los núcleos industriales sustituía en muchos sitios a la clásica emigración ultramarina y reforzaba en las grandes ciudades la presencia de un proletariado de aluvión, con...
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