Elemento De La Responsabilid Civil
El desarrollo teórico a nivel de la doctrina y el tratamiento jurisprudencial del “daño a la persona” es el resultado de un fatigoso y explicablemente lento proceso -que aún estáabierto- de búsqueda de mayores precisiones. Los estudios del tema se inician preliminarmente en la década de los años setenta del siglo pasado. El proceso conlleva una nueva visión del hombre y, consiguientemente, del derecho por él creado. Como ocurre tratándose de cualquier institución jurídica, penetrar en la cuestión propuesta tiene, lo reiteramos, como indispensable presupuesto el conocimientodel ser humano. Es decir, del ente que sufre el daño cuyas consecuencias debemos reparar razonablemente..
Conocer a la persona humana supone comprenderla para valorarla de acuerdo a su peculiar estructura y dignidad. Es así que un mayor y mejor conocimiento del ser humano, suministrado por la filosofía, permitió a los juristas, durante las últimas dos décadas del siglo XX, iniciar el procesodestinado a protegerla cada vez más adecuada y eficientemente. De ahí que ante la exigencia de tutelar preventiva, unitaria e integralmente a la persona cabe preguntarse ¿cómo se puede proteger a un ente que se desconoce o sobre el que se poseen escasas referencias? Conocer más y mejor al ser humano, hasta donde ello es posible desde que se trata de un ser radicalmente libre, es el necesariopresupuesto para el desarrollo de la disciplina jurídica. Y, evidentemente, del daño a la persona. ¿Cómo podemos establecer una justa indemnización si carecemos de precisión sobre el valor de aquel aspecto del ser humano que se ha dañado así como de las repercusiones que ese daño ha causado en su estructura de ser viviente ?. El proceso de descubrimiento - o redescubrimiento - de lo que es y significa elser humano encuentra su más firme punto de partida en el Cristianismo que, para explicar el pecado, concibe al hombre como un ser libre de decidir sobre su salvación o su perdición. Si el hombre es hecho a imagen y semejanza de Dios, el Ser Supremo es la fuente de esa libertad. Al Cristianismo se le debe también haber sentado las bases para la conceptualización del hombre como persona. No obstantelo expresado, esta fundamental concepción cristiana sobre la libertad en qué consiste el ser humano no trascendió, como debiera, al campo filosófico. Prueba de ello es que Boecio, en el siglo VI d.C., se refiere a la persona como una “substancia indivisa de naturaleza racional”. Esta restringida concepción del hombre persiste, lamentablemente, hasta nuestros días. Ella sirve de sustento a unacomprensión eminentemente racionalista del hombre y del derecho. Es así que, desde esta perspectiva, el derecho se reduce a ser tan sólo “un conjunto de normas”.
En diversos centros de enseñanza secundaria - e inclusive universitaria - se sigue definiendo al ser humano como “un ser racional”. Según esta tradicional posición es la razón, y no la libertad, la que distingue al ser humano. Dentro de...
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