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Elija: ¿Ch14 o Jiménez? ¿Layún o Guardado?

WELLINGTON, Nueva Zelanda -- Miguel Herrera no se conforma con un piojoso repechaje. Quiere el Mundial 2014 y el 2018. Levanta la mano. Lo hace conpudor, con cautela.
El Piojo profesa ese viejo refrán mexicano de "estando bien con Dios, aunque se enoje el Diablo".
En este caso, más bien, sería: "Estando bien con el Diablo (del Salón Oval deTelevisa) aunque se enojen sus diantres (diablillos menores)".
Al menos ha ofrecido la mejor versión de un Tri en 2013. Cierto ante Nueva Zelanda. Pero, ojo, antes del 5-1 en el Estadio Azteca, lasalarmas histéricas advertían de su paso invicto en Sudáfrica 2010.
Entonces lo que hicieron los All Whites en el pasado Mundial pasó a ser, de repente, de una veneración a un espejismo, aunque usaracasi el mismo plantel hace tres años y hace tres días. Incongruencias de juicios.
Cierto, sin ser ninguna potencia, a final de cuentas, el Piojo, al menos desmitificó a los llamados europeos alprescindir de ellos.
Herrera puede seguir al frente del Tri. Él sabe que tiene condiciones: no basta cumplir la misión de llevar a México al Mundial y, como dijo, según él, "salvar a un país que estádetrás de nosotros".
Se le pide más, porque la dimensión de lo que vendría por delante, está por encima de lo que en este momento expone y opone Nueva Zelanda.
Es decir, este miércoles, debe garantizarel Punto G, como dijo él en conferencia de prensa tras el 5-1: "Qué rico".
Su garantía como técnico del Tri está en la consumación de ganar, gustar y golear, con ese estilo generoso, imponente quedemostró ante los Kiwis.
Miguel Herrera lo sabe: no todos los dueños de equipos están conformes con él. Ojo: más que rechazarlo a él, la repulsa es a lo que representa, ese imperio oculto detrás del"Ódiame más".
La animadversión es a lo que está detrás de él, a quien está detrás de él, más el hecho de que el equipo que ha armado, sin dilapidar, con el presupuesto menos voluminoso de los...