Elizabeth Young T te lo has buscado
TÚ TE LO HAS BUSCADO
Asking for Trouble - 2000
Índice
Índice 3
Capítulo Primero 7
Capítulo Segundo 16
Capítulo Tercero 30
Capítulo Cuarto 42
Capítulo Quinto 56
Capítulo Sexto 70
Capítulo Séptimo 84
Capítulo Octavo 99
Capítulo Noveno 113
Capítulo Décimo 129
Capítulo Undécimo 141
Capítulo Duodécimo 156
Capítulo Decimotercero 169
Capítulo Decimocuarto 185Capítulo Decimoquinto 206
A mi padre,
porque le gustaban las buenas maldiciones,
largas y cargadas de aliteraciones
y hacía reír a todo el mundo.
∆
Prólogo
La invitación me llegó un sábado por la mañana, justo a tiempo de fastidiarme todo el fin de semana. Era un tarjetón de bastante gramaje, duro, de bordes dentados, y decía así:
El señor y la señora Metcalfe
tienen el placer de solicitar laasistencia de
Sophie y Dominic
a la celebración de la boda de su hija
Belinda Anne
con el señor Paul Fairfax,
que tendrá lugar
en
La Posada del Manantial
el sábado 11 de mayo a la 1 de la tarde
SRC
No es que me produjera un sobresalto. Una vez que se fija la fecha de la boda de tu hermana, ya no tienes que esperar a que te llegue la invitación para enterarte. Si tu madre es como la mía, las líneastelefónicas comienzan a zumbar al instante. Es muy capaz de anunciar el acontecimiento en el Telegraph, el Manchester Evening News y, muy probablemente, en el Correo Matutino del Sur de la China. Por lo que a mí se me alcanza, era muy capaz de haberlo anunciado a los cuatro vientos, incluso por Internet. Decidida a que no la superase en ningún terreno su vecina y rival de toda la vida, mamá se habíacomprado recientemente un portátil Toshiba.
Ya hubo una buena juerga cuando anunciaron el compromiso allá por el mes de enero, pero desde aquello habían pasado tres meses en un visto y no visto; por otra parte, si hubo alguna vez una fiesta que se celebrase por los motivos más variados, fue sin duda la de Belinda. Bastaba con escuchar a mi madre.
A Maggie Freeman, la vecina y rival de toda la vida,apenas le comunicó más que la noticia escueta:
–Ah, pues sí, se la llevó a Florencia la semana pasada... Y le pidió la mano en el Ponte Veechio. Te habrás fijado en el anillo, ¿no?
A los vecinos que de veras le caían bien les dijo:
–Bueno, claro, os podéis imaginar que Ted y yo estamos encantados... A él le va de maravilla en su trabajo, y salta a la vista que está perdidamente enamorado...
A mí,mientras nos merendábamos una pila de palitos de satay recién sacados del horno, me lo contó con voz susurrante:
–...y me da la corazonada de que será un hombre bueno para Belinda. No tiene ni un pelo de endeble, no sé si me explico. Nunca le digas que te lo he dicho, pero siempre supuse que terminaría con uno de esos muchachos endebles e insípidos a los que nunca les decía que no. A papá le dabamiedo que fuese Tim: es un chico estupendo, claro, pero de poco serviría en una crisis, si quieres que te dé mi opinión. No te diré cómo le llamaba papá. Es demasiado grosero.
A la fiesta de Belinda debieron de asistir unos cuarenta invitados. Para haberse anunciado con tan poca antelación, no estuvo nada mal. Dos tercios eran específicamente amigos suyos; el resto, familiares y amigos diversos,todos pululando encantados por el salón de la casa de mis padres, que tiene un tamaño ideal para festejos, aunque muchos terminaron por acomodarse en la cocina y el vestíbulo, qué remedio. Como en todas las fiestas que dan mis padres, el buen ambiente logrado a base de comida y bebida te daba de lleno en la cara nada más cruzar la puerta. Y tampoco eso estuvo nada mal, teniendo en cuenta el fríopolar que hacía en la calle.
Por si eres una persona algo cotilla, como yo, déjame informar de algunos chismes más. De diversos amigos de Belinda oí cosas como estas:
–¿Sabes? Es él quien le ha regalado ese vestido. En Florencia. Ella no lo quiere reconocer, pero a mí me parece un Versace. Aunque Belinda es capaz de conseguir que un vestido comprado en un Pryca parezca de Versace.
–Me pone...
Regístrate para leer el documento completo.