Ella Con Un Dulce Vestido Blanco Que Le Tomaba Desde Su Pecho Hasta Donde Me Tiene

Páginas: 3 (558 palabras) Publicado: 24 de junio de 2015
Ella con un dulce vestido blanco que le tomaba desde su pecho hasta donde me tiene. A sus pies. Pura y rozagante con su cabello ondulado tomado por la briza extendió su mano en busca de la mía. Desu caballero, el que la había invitado a conocer la luna de día, el que no le había ofrecido llevarla a las estrellas sino tatuárselas en ella, el que le prometió pasión y amor debajo su falda.
Lasolas cantaban al golpear con las enormes rocas que estaban muy cerca de nosotros a la orilla de la playa. La arena fue nuestra mesa, allí la invité a sentarse. Rodeada de unas cuantas velas que legritaban en luz un “te quiero para siempre”. Unos cuantos pétalos de rosas rojas y blancas armaron su frase favorita “eres el reflejo de lo perfecto” frase que posó debajo de su silueta de luna luego deinvitarla a acostarse en mi pecho.
Entre tanto encanto, su voz me regaló su mejor melodía, un “te quiero” susurrado a mi musculo anormal, el que disfrutó escuchar mientras tenía su odio reposado en sulecho.
Con mi mirada la invito a levantarse y a darse la vuelta, le exhalé muy cerca de su cuello mientras le aseguré con mi voz gruesa y enamorada que cargaría nuestros nombres muy cerca de sucorazón y siempre pero siempre colgado de su cuello. Ella quiso adueñarse del momento, dio la vuelta y me apresó con su mirada en mis labios y me regaló con sus manos en mi pecho las caricias más tenues.Levantó su mirada y mientras busco rodearla con mi mano derecha por su espalda, empujo con mi mano izquierda su pecho para llevarla hasta la arena y encadenar mi boca entre sus labios. No habíapromesa que no se pudiera cumplir en ese momento, el amor fue tan puro, como hoy lo seguimos sintiendo, tanto que hasta la pureza nos envidió.
Luego de leernos el alma como nuestro libro favorito, una ymás veces, me levanté y le dije en voz baja “Me he de ir y tendrás que quedarte sola” no me despedía, porque para dejarla de amar primero tendría que jugar un ratito al beisbol con Dios. Solo fue una...
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