Elogio De Los Jueces

ELOGIO DE LOS JUCES.
Éste libro nos narra las experiencias que ha tenido el escritor durante su carrera de abogacía, en el que nos comparte grandes ideas en la que se presentaran las mas relevantes según mi criterio.
Quien comparece ante un tribunal, llevando en su legajo, en lugar de justas y honestas razones, recomendaciones secretas, ocultas peticiones, sospechas sobre la corruptibilidad delos jueces y esperanzas sobre su parcialidad, no debe asombrarse si, en vez de hallarse en el severo templo de la justicia, cree encontrarse en un alucinante barracón de feria, en el que, de cada pared, un espejo le restituye multiplicadas y deformadas, sus propias intrigas. Para encontrar la pureza en los Tribunales, es necesario penetrar en su recinto con espíritu puro; también se advierte eneste caso onmia munda mundis ( todo es limpio para los limpios).
Todo abogado vive en su patrocinio ciertos momentos durante los cuales, olvidando la sutilezas de los códigos, los artificios de la elocuencia, la sagacidad del debate, no siente la toga que lleva puesta ni ve que los jueces están envueltos en sus pliegues; y se dirige a ellos mirándoles a los ojos de igual a igual, con las palabrassencillas con que la conciencia del hombre se dirige fraternalmente a la conciencia de su semejante a fin de convencerlo a la verdad. En esos momentos la palabra justicia se vuelve a ser fresca y joven, como si se pronunciase entonces p0or primera vez; y quien la pronuncia siente en la voz un temblor discreto y suplicante, como el que se percibe como en las palabras del creyente que reza.
Elderecho mientras nadie la perturba ni contrasta; resulta invisible e impalpable, como al iare que aspuramos; inadvertido como la salud, cuyo valor que solo se conoce cuando nos damos cuenta de haberlo perdido. Pero cuando el derecho es amenazado o violado, descendido entonces del mundo astral en que reposaba en forma de hipótesis al de los sentidos, se encrana en el juez y se convierte en expresiónconcreta de voluntad operante a través de su palabra.
En el momento que inicia el proceso. La sentencia no es mas que el resultado dialectico de esta secesión de reacciones individuales, en cada una de las cuales es en si misteriosa e imprevisible. En la sentencia, no radica solo el misterio final de la conciencia del juez, sino también el concurso intermedio de toda una serie de concienciasindividuales, cada una de las cuales es un azar, frente a que la previsión científica se detiene impotente.
Su romántica fe en la justicia, pierde a los clientes. Fervor argumentaciones elegantes, frases genéricas hermosas, conmovedoras o chistosas, y, de vez en cuando un himno a la hosnestidad. Precision, doctrina, eloceuncia, literatura, moralidad, verba generalia.
Los clientes están avisados. Conel estoy yo conforme; pero de preferir ellos prestaciones de otro índole, no busquen a un abogado. Mejor será que se dirijan a un charlatán.
Los abogados nacen y los jueces se hacen; esto es en el sentido en que aquellas virtudes de combatividad y de impetuosidad que mas se aprecian en la abogacía, son propias de la juventud apasionada y desbordante, mientras que solo con el correr de los añosmaduran las cualidades de ponderación y de cordura que constituyen las mejores cualidades del juez. El juez es un abogado moderno y purificado por la edad quien los años le han quitado las ilusiones, las exageraciones, las deformaciones, el énfasis, y acaso también la impulsiva de la juventud, el juez es lo queda después de suprimidas del abogado todas aquellas virtudes exteriores por las cualesel vulgo lo admira.
El abogado es la bullidora y y generosa juventud del juez; el juez es la ancianidad reposada y ascética del abogado. En el sistema ingles, en el cual se eligen los mas latos magistrados entre los abogados ancianos, constituye la formación practica de este transito psicológico.
La inercia es en juez garantía de equilibrio, esto es, imparcialidad; actuar significaría un...