ELOGIO DEL CAMINAR DAVID LE BRETON
Elogio del caminar
Traducción del francés de
Hugo Castignani
Biblioteca de Ensayo 58 (serie menor)
Índice
Umbral del camino
15
El gusto de caminar
Caminar
El primer paso
La realeza del tiempo
El cuerpo
Equipaje
¿Solo o acompañado?
Heridas
Dormir
Silencio
Cantar
Largas marchas inmóviles
Apertura al mundo
Los nombres
25
26
32
36
40
48
52
57
62
6979
82
86
92
La comedia del mundo
Lo elemental
Animales
La oblicuidad social
Paseos
Escribir el viaje
La reducción del mundo o caminar
96
103
116
122
129
132
135
Caminantes de horizontes
Cabeza de Vaca
Caminar hacia Tombuctú
La marcha hacia los Grandes Lagos
La ruta de Esmara
141
141
145
156
167
Caminar urbano
El cuerpo de la ciudad
Ritmos del caminar
Oír
VerSentir
Aspirar
174
174
191
195
201
203
207
Espiritualidades del caminar
Itinerancias espirituales
Caminar con los dioses
Caminar como renacimiento
209
209
220
231
Fin del viaje
239
Bibliografía: Compañeros de ruta
243
Para Hnina,
que siempre se lamenta de que no caminemos más.
Aquel cuyo espíritu está en reposo posee
todas las riquezas. ¿Acaso no es igual que
aquel cuyo pieestá encerrado
en un zapato y camina
como si toda la superficie de la Tierra
estuviera recubierta de cuero?
Henry-David Thoreau
Umbral del camino
Cuando revivo dinámicamente el camino que «escalaba» la colina, estoy seguro de que el camino mismo
tenía músculos, contramúsculos. En mi cuarto parisiense, el recuerdo de aquel sendero me sirve de ejercicio. Al
escribir esta página me siento liberadodel deber de dar
un paseo; estoy seguro de que he salido de casa.
Gaston Bachelard, La poética del espacio
Caminar es una apertura al mundo. Restituye
en el hombre el feliz sentimiento de su existencia.
Lo sumerge en una forma activa de meditación
que requiere una sensorialidad plena. A veces, uno
vuelve de la caminata transformado, más inclinado
a disfrutar del tiempo que a someterse a laurgencia que prevalece en nuestras existencias contemporáneas. Caminar es vivir el cuerpo, provisional o
15
indefinidamente. Recurrir al bosque, a las rutas o
a los senderos, no nos exime de nuestra responsabilidad, cada vez mayor, con los desórdenes del
mundo, pero nos permite recobrar el aliento, aguzar los sentidos, renovar la curiosidad. Caminar es
a menudo un rodeo para reencontrarse con unomismo.
La facultad propiamente humana de dar sentido al mundo, de moverse en él comprendiéndolo y
compartiéndolo con los otros, nació cuando el animal humano, hace millones de años, se puso en pie.
La verticalización y la integración del andar bípedo
favorecieron la liberación de las manos y de la cara.
La disponibilidad de miles de movimientos nuevos
amplió hasta el infinito la capacidad decomunicación y el margen de maniobra del hombre con su
entorno, y contribuyó al desarrollo de su cerebro.
La especie humana comienza por los pies, nos dice
Leroi-Gourhan (1982, 168)1, aunque la mayoría de
1
Junto al apellido del autor, se incluyen entre paréntesis el
año de edición de la obra y la página a la que se refiere cada cita.
Puede encontrarse el título concreto en la bibliografía situada
alfinal de este libro. [Cuando existe traducción al castellano, la
fecha de publicación y la paginación corresponden a la edición
16
nuestros contemporáneos lo olvide y piense que el
hombre desciende simplemente del automóvil. Desde el Neolítico, el hombre tiene el mismo cuerpo,
las mismas potencialidades físicas, la misma fuerza de resistencia frente a los fluctuantes datos de
su entorno. Laarrogancia de nuestras sociedades
podrá ser criticada como se merece, pero lo cierto
es que disponemos de las mismas aptitudes que el
hombre de Neandertal. Durante milenios, los hombres han caminado para llegar de un lugar a otro,
y todavía es así en la mayor parte del planeta. Se
han desvivido en la producción cotidiana de los bienes necesarios para su existencia, en un cuerpo a
cuerpo con el mundo....
Regístrate para leer el documento completo.