Elsusurradorenlaoscuridad

Páginas: 118 (29335 palabras) Publicado: 4 de mayo de 2015
EL SUSURRADOR EN LA OSCURIDAD
H. P. LOVECRAFT

I

Tened muy presente que en último término no pre­sencie ningún horror visual. Decir que una -conmoción mental fue la causa de lo que deduje -aquella última gota que me hizo salir a escape de la solitaria granja de Akeley y lanzarme, en plena noche, por las desoladas montañas de Vermont en un vehículo requisado— , no es sino querer ignorar loshechos más palmarios de mi experiencia final. No obstante las cosas tan fascinantes que tuve ocasión de ver y oír y la imborrable huella que en mí dejaron, ni siquiera hoy puedo afirmar si estaba o no equivocado por lo que respecta a mi horrible de­ducción. Ya que, después de todo, la desaparición de Akeley no prueba nada. No se encontró nada anormal en su casa a pesar de las huellas de proyectilesque había dentro y fuera de ella. Daba la impresión de que hubiera salido a dar una vuelta por las montañas y, por algún motivo desconocido, no hubiese regresado. No habla la menor indicación de que alguien hubiera pasado por allí, ni de que aquellos horribles cilindros y máquinas hubie­sen estado almacenados en el estudio. El hecho de que Akeley profesara un temor reverencial hacia las verdes yabigarradas montañas y los innumerables cursos de agua entre los que habla nacido y se habla criado, tampoco quería decir nada en absoluto, pues se cuentan por mi­llares las personas sujetas a tan morbosas aprensiones. La extravagancia, además, podía contribuir a explicar los extraños actos y recelos en que incurrió hacia el final.
Todo comenzó, por lo que a mí respecta, con las históricas, yhasta entonces jamás vistas, inundaciones de Ver­mont del 3 de noviembre de 1927. Por aquel entonces era yo, al igual que sigo siendo hoy, profesor de literatura en la Universidad de Miskatonic en Arkham, Massachu­setts, y un entusiasta aficionado al estudio del folklore de Nueva Inglaterra. Poco después de la inundación, entre los numerosos reportajes sobre calamidades, desgracias y auxiliosorganizados que llenaban las páginas de los pe­riódicos, aparecieron una serie de extrañas historias acer­ca de objetos que se encontraron flotando en algunos de los desbordados ríos. En ellas hallaron pie muchos de mis amigos para enfrascarse en curiosas polémicas, y acaba­ron recurriendo a mi confiando de que podría aclararles algo al respecto. Me sentí halagado al comprobar en qué medida se tomabanen serio mis estudios sobre el fol­klore, e hice lo que pude por reducir a su justo término aquellas infundadas y confusas historias que tan genuina mente parecían tener su origen en las antiguas supersti­ciones populares. Me divertía mucho encontrar personas cultas convencidas de que debía haber algo de misterioso y perverso en el fondo de aquellos rumores.
Las leyendas que atrajeron miatención. procedían en su mayor parte de lectores de periódicos, aunque una de aquellas increíbles historias tenía una fuente oral y a un amigo mío se la reprodujo su madre en una carta que le envió desde Hardwick, Vermont. Lo que se describía en ellas era en esencia lo mismo, aunque parecía haber tres variantes: una estaba relacionada con el río Winoski cerca de Montpelier, otra tenía que ver con el ríoWest en el condado de Windham, allende Newfane, y una ter­cera se centraba en el Passumpsic, condado de Caledonia, al norte de Lyndonville. Desde luego, muchos de los ar­tículos hacían referencia a otros ejemplos, pero en úl­tima instancia todos ellos parecían reducirse a estos tres. En todos los casos los campesinos afirmaban haber visto uno o más objetos muy extraños y desconcertantes en lasagitadas aguas que bajaban de las poco frecuentadas mon­tañas, y había una acusada tendencia a relacionar aquellas visiones con un primitivo y semiolvidado ciclo de leyen­das tradicionales que los ancianos revivían para el caso en cuestión.
Lo que la gente creía ver eran formas orgánicas muy distintas de cualesquiera otras vistas con anterioridad. Naturalmente, en aquel trágico periodo, los ríos...
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