Elucidación del grupo operativo

Introducción

Para Castoriadis, elucidar es el trabajo por el cual los hombres intentan pensar lo que hacen y saber lo que piensan[1]. Es por eso, que esta tarea tan compleja exige y compromete al trabajo intelectual en lo más profundo; exige al investigador un pensamiento crítico y abierto; ser capaz de soportar lo inacabado para mantener con ello en constante revisión y ajuste loproducido conduciéndose a través de una permanente actitud de-constructiva y re-constructiva que permita no la definición de un objeto, sino la reflexión sobre el cómo se hace dicho objeto, observando sus invisibles, sus silencios y sus impensables que lejos de dejarnos una sensación de estar o no de acuerdo con lo que ya sabemos de él nos permitirá pensarlo de otro modo.
Esto es precisamente loque propone Ana María Fernández en su texto “El campo grupal: Notas para una genealogía”: una elucidación crítica de lo grupal, pensando y reflexionando, como ya dije, no sobre su definición, sino sobre lo que se hace cuando se instituye un grupo. De esta manera, la autora más que una tarea óntica propone una tarea epistémica sobre el campo grupal[2]. Y es así que a partir de la lectura de estetexto nace este ensayo; y digo que se gesta de él porque se alimenta de sus principios: 1) leer cualquier texto de una manera diferente, de una manera crítica que nos aleje del supuesto que deposite en el autor la autoridad portadora de la verdad suprema, “es importante evitar tanto la sumisión a la repetición del discurso legitimado, como la descalificación de sus valores de enunciado. Por amboscaminos, aunque de diferente, se empobrece la reflexión teórica”[3]. 2) Evitar los sistemas teóricos cerrados prefiriendo, en contraste, la interrogación, y además la necesidad de ajustes y revisiones que den cuenta de lo inacabado de cualquier teoría o propuesta. Así, ella misma marca el camino del cómo hay que leer su texto. Con la invitación de asumir una lectura crítica es que encuentro unpunto inacabado en la tarea que la autora se propone. Considero que es limitado el abordaje que hace sobre la teoría Pichoneana y sobre el Grupo operativo, aún cuando la revisión profunda de esta técnica es esencial para la comprensión de la genealogía de lo grupal. A diferencia del amplio abordaje que la autora realiza sobre las aportaciones de Kurt Lewin, sobre Pichon- Rivière sólo esboza losmotivos sociales que tuvo éste para desarrollar la técnica de los grupos operativos[4] y es mencionado rápidamente al presentar el desarrollo histórico de los grupos terapéuticos[5]. Delahanty[6] le señala esta misma crítica en el siguiente párrafo: “ La crítica a Ana María Fernández no es sobre el tratamiento de Lewin, sino por el sesgo de no abordar en el mismo sentido la génesis del trabajo de Bion,ni la de Pichon-Rivière;...”. Aunque es importante tomar en cuenta que Ana María Fernández aclara muy puntualmente en su libro que las corrientes o teóricos revisados no son los más importantes ni los únicos pero que simplemente estos son los de mayor difusión en el mundo académico, y que “si son ellos y no otros los que se toman en consideración, esto se debe a que han sustentado algunascristalizaciones de ciertos lugares comunes que interesa poner en interrogación en este libro”[7], además en la nota al pie de la página 24 aclara que su libro no ofrece una elucidación crítica sistemática de los dispositivos grupales instituidos por la concepción operativa de grupos y que en futuros trabajos intentará salvar esta ausencia.
Siendo evidente el vacío sobre la teoría y técnica de losgrupos operativos de Enrique Pichon-Rivière en el texto de Ana María Fernández, me propongo en el siguiente trabajo realizar, la elucidación de la técnica de grupo operativo de Enrique Pichon-Rivière orientada a la psicoterapia[8]. Intentaré abrir a la crítica dicha técnica revisando primeramente la historia de su creador, partiendo de la idea de que para comprender una obra es necesario...