Elurofobia Y Homofobia
Por traumas infantiles o simplemente que han ido adquiriendo durante el crecimiento o sin motivo aparente, estos miedos o fobias pueden llegar a convertirse en algo totalmente preocupante.Así pues, destacar que la elurofobia es algo muy común entre cualquier tipo de personas, que innecesariamente sean alérgicas o no a estos peludos animales los asocian a épocas pasadas dela Edad Media cuando los gatos se atribuían a cosas sobrenaturales o con referencia a las brujas, por lo que en algunos casos las personas con este miedo a los gatos evitan el contacto con ellos y mas si son de color negro.
El miedo puede remontarse a una mala experiencia con un gato en la primera infancia, una edad impresionable donde un pequeño rasguño de un animal que intentaba defenderse delas manecitas inquietas del niño lo deje a éste marcado sensiblemente
Consecuancias:
las personas que lo padecen se limitan considerablemente en su vida cotidiana,
Frente a un gato, las personas con elurofobia pueden comenzar a sudar, tener dificultades respiratorias e incluso tener un ataque de pánico. Mucha gente sufre de este tipo de fobia y se siente incomprendida, ya que los gatos sonanimales normalmente inofensivos y gran cantidad de gente disfruta con su compañía.
En algunos casos mas severos las personas qe padescan esta fobia pueden desarrolar hasta alergias al pelo de estos animales y asi no poder asercarse a un gato nunca por su salud fisica y mental.
Tratamiento:
Como otras fobias, este trastorno suele corregirse utilizando métodos tales como la hipnosis y laProgramación Neurolingüística. Como todas las fobias la elurofobia se deben tratar intentando afrontar el miedo, acudiendo a un especialista, un psicólogo o bien haciendo terapias de relajación, con aproximación progresiva con estos animales domésticos, así como hipnosis, si son casos mas extremos.
Caso:
Hasta donde podía recordar, Hilary Morgan había sufrido elurofobia; es decir, miedo mórbido al Felisdomestica, el gato común o doméstico. Era, como cualquier fobia, un asunto totalmente incontrolable por su mente consciente. Podía decirse y se decía a sí mismo, del mismo modo que lo hacían sus preocupados amigos, que no tenía ningún motivo para temer a un minino inocuo. Por supuesto, los gatos podían arañar, y a veces lo hacían, pero en modo alguno eran tan potencialmente peligrosos como losperros. Incluso un perro pequeño, aunque juguetón, puede arrancar bastante dolorosamente un trozo considerable de epidermis, y un perro grande puede resultar mortal. ¿Gatos? Bah. Hilary adoraba a los perros y temía a los gatos, a todos los gatos. Si por la calle veía un gato a veinte metros de distancia, se encogía y cruzaba, sin tener en cuenta las señales de tráfico con tal de eludirlo. Si no teníaforma de evitarlo, daba media vuelta y desandaba lo caminado. Ninguno de sus amigos tenía gato; jamás aceptaba la primera invitación a casa de un nuevo conocido sin hacer cuidadosas preguntas hasta cerciorarse de que el amigo potencial no poseía un animal de denominación felina. Siempre utilizaba ese circunloquio u otro parecido porque hasta la palabra «gato» o cualquier otra que comenzara con esasílaba le repelía. Nunca iba al mejor club nocturno de Albany - donde vivía- porque se llamaba Gatamaran Club y palidecía y temblaba cuando cualquier persona del despacho de la MacReady Noil Company - donde trabajaba- hacía un comentario gatuno. Evitaba y nunca hacía amistad con personas que se llamaran Tom o Félix; temía a las uñas de gato y a las garrapatas; nunca comía garrapiñadas ni gateaux.Jamás leía gacetas, no usaba gafas, no tocaba la gaita, no era galante ni salía a galopar.
Al margen de esta fobia y los diversos inconvenientes y molestias que le provocaba, vivía y amaba con toda normalidad. Sobre todo, amaba; en la treintena, aún era soltero pero no tenía nada de célibe; a decir verdad, uno podría decir todo lo contrario, si es que la palabra «célibe» tiene un contrario....
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