Emanuel Kant
«Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley
universal». «Obra como si, por medio de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un
reino universal de los fines».
«Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio».
Pero también, indica que los hombres tienen dos caminos a seguir:
Heterónomo: irreflexivo, obedece reglas impuestas por una autoridad exterior. Autónomo: cuando utiliza la razón.
Sapere aude: "ten el valor de hacer uso de tu propia razón".
Kant centra sus estudios en una doctrina de la moral humana y en buscar cual es el núcleo esencial de la moral humana. Kant piensa que lo práctico y lo verdaderamente moral para
nosotros es la buena voluntad, que lo único a lo que nosotros no debemos renunciar es a una buena voluntad, esto quiere decir que si yo actúo de buena voluntad sean las que sean
las consecuencias nadie me puede reprochar moralmente nada. Toda la moral está formada por imperativos es decir “hay que hacer esto, hay que hacer aquello, etc.” Estos imperativos
están en toda nuestra vida pues constantemente nos estamos dando órdenes de acuerdo con lo que queremos hacer. Lo verdaderamente moral serían unos imperativos que no
estuvieran condicionados con nada más que porque somos seres humanos que nos
acondiciona o manda a cumplir dichos imperativos. Este imperativo que deberíamos cumplir todos solo por ser humanos es decir por ser racionales. Kant lo expresa de varias maneras
pero el ideal es que cada uno de nosotros actúe de acuerdo con una máxima que pueda desear que se convierta en ley universal para todos, es decir que si yo actuó de un modo
pueda decir “ojala todo el mundo puesta en estas condiciones actuase de esta misma
manera que voy a actuar”. ...
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