Embarazo adolesnceste
Tres de cada cuatro niños que nacían en Argentina acomienzos de 2003 llegaban a un hogar pobre y, en mayo de ese año, 6,3 millones de personas menores de 18 años estaban bajo la línea de pobreza y 2,8 millones, en la indigencia.
El Estado parecemoverse ahora más en defensa de las adolescentes embarazadas, de las madres y padres jóvenes, y de sus hijos, y desarrolla algunos programas. Pero la situación es tan compleja y tiene una proyeccióntan sensible en los niños que siguen naciendo en hogares pobres que en muchos casos el Estado sigue ausente.
Las organizaciones de la sociedad civil afrontan los problemas más urgentes, como losembarazos no planificados y las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH- SIDA, pero reclaman una intervención estatal más firme y de mayor dimensión, en especial en estrategias de prevenciónde embarazos y VIH-SIDA.
Cecilia Correa, de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), afirma que "uno de los factores que más incide en los embarazos adolescentes es lapobreza".
Ser madre y padre adolescente suele iniciar, sin distinciones sociales, una cadena de problemas: abandono escolar, inserción laboral prematura y con escasa preparación, responsabilidadeseconómicas y posibles riesgos biológicos para la madre y el bebé, sumado a la pérdida de vivencias propias de la adolescencia.
El Estado, por obligación y por su poder de acción, debiera ser elprincipal garante de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes. El Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable se aplica en todo el país desde marzo de 2003, al menos...
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