Embarsamado

Un padre, un Héroe (por Pedro Geraghty Fleming)

Un techo de chapas oxidadas por el paso del tiempo, unas ásperas paredes de ladrillos descubiertos, un frío y húmedo piso de cemento, y un pequeño colchón corroído por las polillas componían mi cuarto. Alguien me estaba moviendo el hombro mientras me decía: -¡Hora de despertarse Miguel! Me dice mi padre mientras me despierta. Una vez fuera de lacama, voy a la cocina. Ahí estaba él, preparándome el desayuno para ir al colegio. Es una vida muy complicada la de mi viejo, ya que tiene que trabajar muy duro para apenas poder darme algo que llevarme a la boca. Vivimos en una parcela de la villa 31, no es de lo mejor, pero podría ser peor.

Hoy es mi primer día de trabajo con papá, lo que tanto estaba esperando. Él siempre me dijo: -"Cuandotengas edad suficiente para trabajar, me podrás acompañar". Y hoy, en mi 5to cumpleaños, estoy listo para ganarme el pan con el sudor de mi frente. Papá siempre dice que para sobrevivir en este mundo, uno tiene que ganárselo con el trabajo de cada día, porque así es como Dios lo quiere.

Salimos de casa con el carro, y recorremos lentamente el camino hacia afuera de la villa. Saludo a la doñaDomínguez, y a su hijo Brian que siempre tiene cosas raras para mostrarme. Es una larga caminata, sobretodo porque hay que empujar este carro que a veces se traba. Una vez afuera de la villa, comenzamos a internarnos en la ciudad, donde esta toda esa gente llena de cosas luminosas y autos nuevos.

Papá va adelante, empujando el pesado carro Hasta que nos detenemos y él me ordena que empiece arevisar la basura, en busca de algún que otro cartón. De repente, aparece un grupo de pibes de 15 años, bien vestido y con aires de superioridad. La ropa que usan no se parece en nada a la mía. En sus manos, todos llevan celulares que brillan, llenos de luces y música. Quisiera tener uno de esos, algún día. Se nos acercan, primero riendo, y después vociferando insultos. -¡"Anda atrás del carritoMiguel!- Me ordena. "Negro de mierda, villero roñoso, cartonero sucio", son algunas de las frases que escuchaba de ellos. Mi padre los para en seco y les dice que no rompan las pelotas, el solo esta trabajando. Hasta que uno de ellos se ríe y dice: -"¿¿Trabajando?? ¡¡Mi padre trabaja, vos solo juntas cartones negro feo!!". Y apenas dándome cuenta de lo que estaba pasando, uno de ellos rodea el carritopara agarrarme a mí de la remera. -"¡Miren! ¡Tengo un negrito! ¿Donde están tus cadenas? ¿Te escapaste?". Todos se ríen mientras yo paso vergüenza. Mi padre suelta el carro y se abalanza sobre el que me agarro. Lo golpea en la cara con tanta fuerza que me suelta y cae al suelo con un ruido seco. Los otros 3 se aproximan a papá. Lo miden, lo observan. Pareciera que ninguno hará nada, hasta que elmás grandote de ellos se lanza sobre él. Mi padre se agacha a tiempo y lo revolea hacia atrás. El pibe cae de jeta al piso y golpea contra el firme suelo de asfalto. Queda tendido sobre el suelo, inmóvil. Los otros 2 salen corriendo, temerosos de lo que les pudiera ocurrir a ellos, dejando a sus amigos allí. Voy corriendo muy contento hacia él, y lo abrazo. Mi padre todavía sigue tenso, pero medevuelve el abrazo. Después de este breve episodio, seguimos con nuestro trabajo. 

Recorremos gran parte de la ciudad, viendo lugares nunca antes vistos por mí. Todo me parece tan nuevo, todo tan maravilloso ante el mejor padre del mundo.

Llegada la noche, la ciudad se transforma. Las calles llenas de gente; agotadas, cansadas, y mi padre y yo terminando el arduo día de trabajo. No fue tandifícil como pensé que iba a ser, pero si agotador. No me quedan fuerzas para levantar otro cartón más. Comenzamos a retomar el camino a casa. 

Estamos volviendo en el tren San Martín, con toda su mugre y extraños pasajeros, sentados juntos. Estoy acostado en los brazos de mi padre, pensando en los días de trabajo que seguirán a este, junto a él. Siempre que este con él, estaré a salvo, lejos de...