Emboscada
I
Miré hacia ambos lados, todo lo que permitía mi visor. Quería comprobar que todo andaba bien, una vieja maña de todo veterano. Ya había realizado más de cinco desembarcos y había logrado zafar de ellos sin ninguna herida de importancia. Somos pocos los que pueden afirmar eso. Todo parecía normal, mis compañeros charlaban,fumaban y bebían desenfrenadamente.
Era el único momento en que un infante de marina tenía permiso para estas licencias durante su servicio. Después de todo era bien sabido que la mayoría de los pobres diablos que desembarcaban no emprendían el viaje de regreso.
Era la tónica de la guerra, mientras la carne de cañón arriesgaba su pellejo, las autoridades y peces gordos analizaban los avancesy tomaban decisiones.
Por mí estaba bien, me parecía una muy buena forma de cumplir mi condena, después de todo no había nadie que conociera al viejo Bill y no lo respetara, y eso es mucho decir para alguien que jamás tuvo un nombre que ostentar.
Frente a mi estaba el loco Jack, el hijodeputa más valiente que había conocido.
En una ocasión lo había visto lanzarse a una barricada enmedio de un asalto a una base de los insectos con una granada de fusión en la mano y una ametralladora humeante en la otra. Después de la explosión de luz lo había dado por muerto, y cuando fui a subirme a la nave de desembarco, era la mano del mismo Jack quien me había ayudado a subir a bordo. Sobre el casco lucía una quitinosa cabeza insectoide que me hizo caer de bruces al suelo de la nave, pararisa de todos los que ya habían pasado por la broma. Desde ese día supe que había encontrado un nuevo compañero de cacería.
A su lado estaba Scorch, el bastardo más perturbado con el que me había topado jamás. Nadie sabía a ciencia cierta cual era su historia, pero habían muchas especulaciones acerca de su deforme cara. La historia más popular entre la milicia era que se la habían quemado lospropios insectos en un asalto a las minas de deuterio de Mar Sara. Al parecer Scorch cumplía una condena allá. Probablemente por homicidio o violación, lo más común entre los mineros forzados.
La historia dice que Scorch se abrió paso a través de las hordas de insectos solo con un cuchillo de fusión, por lo que quedó cubierto de ácido que quemó su rostro y gran parte de su cuerpo. Debido a eseacto heróico lo condecoraron, lo pusieron en libertad y le ofrecieron alguna recompensa por su gesta (la cual fue transmitida en distintas versiones por las holo-películas de la red intergaláctica).
El solo pidió entrar a la milicia…
Y un arma más grande.
Scorch le dio un codazo a uno de los nuevos infantes que estaba a su lado, y cuando este le iba a responder, un compañero bastante sensatolo detuvo en seco y le indicó con los dedos de que no era buena idea.
El viejo Scorch ignoró a los jóvenes y siguó revisando su preciado lanzallamas como siempre lo hacía antes de desembarcar.
Estaba por cerrar los ojos y echarme a dormir cuando la puerta que daba a la cabina se abrió.
De buenas a primeras no pude creer lo que mis ojos me mostraban, sin embargo al escuchar los gritos demis compañeros se me hizo evidente que no era una ilusión. Una chica, si, una chica! Había entrado en el compartimiento de descarga y claramente no era una piloto. Lucía un traje de asalto similar en confección al que todos llevábamos solo que este era de un blanco reluciente, que llegaba incluso a dañar los ojos si reflejaba una luz directa. Caminó entre las pifias y los gritos de todos y sesentó cerca del fondo en uno de los asientos vacíos.
Todos aullaban y vociferaban, la chica era hermosa, tenía unos exóticos rasgos y una mirada penetrante, sus labios eran abultados y bien delineados, de un rojo salvaje. Sus ojos eran color miel y todo en ella provocaba deseo, era imposible no imaginar lo que había dentro de ese traje. Mi corazón latía a mil por hora. Hace mucho que no veía una...
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