Emergencias
“Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. 15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16: 14, 15)
Tenemos una Gran Comisión que cumplir, la de predicar el Evangelio a toda criatura;es decir, a cada ser humano sobre la tierra.
1.Por amor, hemos de llevar el Evangelio a los perdidos
El predicar el Evangelio; es decir, el hacer saber las Buenas Nuevas de salvación a cada persona, parte y debe partir del mandamiento que tanto rigió en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, cual es:
“Amarás...al prójimo como a ti mismo” (Lucas 10: 27)
En el Antiguo Testamento,lo vemos en Levítico 19: 18;
“...amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.
Y en el Nuevo Testamento, además de en los Evangelios, en:
(Santiago 2: 8) “Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis”
No olvidemos que ese mandamiento parte de un mandamiento anterior, cual es el amar a Dios “con todo tu corazón, y con toda tualma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente” (Lucas 10: 27)
Es imposible amar a Dios si no amamos a los que Dios ama, es decir, a todos los hombres por los cuales Cristo dio su propia vida.
ASÍ PUES, LA MOTIVACIÓN PARA LLEVAR EL EVANGELIO A LOS PERDIDOS, SERÁ LA DEL AMOR.
2. No somos muy conscientes de que la gente sin Cristo va al infierno
(1 Juan 5: 12) “El que tiene al Hijo, tienela vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”.
Las personas que no tienen a Cristo – y son la muy inmensa mayoría – están perdidas; es decir, están condenadas. Quizás muchos no lo saben, o no son conscientes de su realidad, pero eso no les exime de ese hecho y de sus consecuencias eternas.
El problema es que nosotros tampoco somos – generalizando – muy conscientes de esarealidad. También hemos de entender desde el fondo de nuestro corazón cual es el estado de las gentes y de cada individuo que no tiene a Cristo.
Es preciso orar primero que el Espíritu Santo nos haga entender fehacientemente y nos convenza acerca de ello. Sin ese convencimiento y subsiguiente sentimiento, difícilmente tendremos la suficiente carga por los perdidos.
El no tener esa carga por losperdidos, hace que poco o nada hagamos por ellos, en aras de llevarles el mensaje de salvación. Eso es pecado.
El apóstol Pablo declaraba:
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9: 16)
Hemos de entender que la mayor bendición que podemos dar a alguien, es el mensaje de salvación.
3.El peligro de vivir encerrados en nosotros mismos
“Id por todo el mundo...” (Marcos 16: 14)
A causa del general ambiente hostil que nos rodea, además de otras particularidades, el peligro que corremos como individuos creyentes y como congregación, es la de vivir encerrados en nosotros mismos, conforme a un cristianismo en cierta medida subjetivo o encasillado.
No obstante el mandamientoes bien claro: ¡ID!
En primera instancia, se trata de salir de nosotros mismos, de nuestra comodidad, de nuestros temores, de nuestros prejuicios, de nuestra rutina de vida, etc. No podremos ir muy lejos en el cumplimiento de la Gran Comisión si no empezamos por ahí.
Es pecado también vivir así.
A. El ejemplo de la iglesia primera:
Tenemos el ejemplo de la primera iglesia, la cualvivía, no de espaldas a las gentes, sino todo lo contrario:
(Hechos 2: 44-47) “Todos los que habían creído estaban juntos....perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
No tenían grandes...
Regístrate para leer el documento completo.