Emma Godoy

Emma Godoy: defensora de los ancianos
Por Natalia Arroyo Tafolla
 
En el transcurso del siglo XIX -nos dice Walter Benjamin- la sociedad burguesa, mediante dispositivos higiénicos y sociales, produjo un efecto secundario: facilitarle a la gente la posibilidad de evitar la visión de los moribundos. La creación de asilos mentales, centros de cuarentena, sanatorios para tuberculosos, la invenciónde la anestesia (1842) y la importancia de técnicas quirúrgicas antisépticas promovieron la ampliación y construcción de numerosos centros médicos. En otros tiempos no había casa en que no hubiese muerto alguien alguna vez.  Sin embargo, morir en estos tiempos, se ha convertido en algo que se empuja cada vez más lejos del mundo perceptible de los vivos.
 
Ahora bien, desde el siglo XX los ancianosen el ocaso de sus días han sido despojados de su cama particular y enviados, con mayor frecuencia -por sus hijos, sobrinos y herederos- a asilos y hospitales.
 
Pero precisamente es en la figura del moribundo, del anciano que se está despidiendo, que su sabiduría y experiencia de este mundo toman una forma transmisible, y ese es el material del que nacen las historias y sobre todo, son estosrelatos los que ceden a la generación siguiente la historia que les tocó vivir, de la cual formaron parte.
  
Estos conceptos los tenía muy claros Emma Godoy – filósofa mexicana, creadora del grupo Dignificación de la Vejez- cuando alguna vez sentenció: “¡Cuánto ganaría un país si hiciera de nuevo productiva la edad de la sabiduría!”

Guanajuato fue la tierra que vio nacer a Emma Godoy el 25 de marzode 1918 y fue la más pequeña de quince hijos guiados por sus padres, Abigail Lobato y Enrique Godoy. Juntos, se mudaron a la ciudad de México cuando Emma contaba con ochos años.

Estudiante incansable, se recibió como maestra en Lengua y Literatura Españolas (curiosamente con una tesis sobre la psicología de los adolescentes), estudió psicología, pedagogía y filosofía en la UNAM, y tiempo despuésasistió a cursos de Filosofía en La Sorbona y de Historia del arte en  L’Ecole du Louvre, en París.

Se dedicó a transmitir todos los conocimientos adquiridos durante años de estudio dando conferencias e impartiendo clases en la Escuela Normal Superior y en el claustro de Sor Juana. Su carrera literaria comenzó en 1940 colaborando en la revista cultural Ábside. Fue asesora de la Sociedad Mexicanade Filosofía, presidenta honoraria del Ateneo Filosófico y miembro de la Academia Internacional de Filosofía del Arte.

Su altruismo se vio reflejado constantemente en su eterna lucha por los derechos de los ancianos. Creía firmemente que la sociedad debería revalorar a la senectud, recordar que “un país culto y no decadente estimula a sus ancianos, pues sabe que en ellos reside la parte sabia dela humanidad”.

Tantas culturas a lo largo del tiempo donde rigió la sofocracia (del griego sofos y kratos que significa sabio y poder respectivamente) no podían estar equivocados. Sobre los hombros de los viejos residía el control de pueblos, ellos llevaban la batuta para guiarlos, tomaban las decisiones y en conjunto, ellos gobernaban. Eran los orientadores pues tenían la experiencia, son lostécnicos de la vida, hoy en día siguen teniéndola, pero la sociedad los ha apartado a un segundo plano.

“La ancianidad debe ser consejera, maestra y guía” rezaba el lema del grupo Difgnificación de la Vejez S.C. (DIVE) que creó Emma Godoy apoyando a estos cofres de sabiduría, en 1977. Después en 1979, el gobierno creó el Instituto Nacional de la Senectud (INSEN), lo que actualmente es el InstitutoNacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM).

Godoy se desenvolvió también como locutora de radio de la XEW divulgando su ideología sobre los ancianos en programas como “Charlas diarias”, “Nuestro hogar” y participó en otro programa conducido por Janet Arceo “El mundo de la mujer”.

Su obra abarca disciplinas como el arte, la Historia y la religión. De hecho, esta última se encuentra...