Emociones
Los mapas psicogeográficos permitendocumentar nuestros 'paseos visuales'Deambular sin rumbo por las calles de la ciudad sin más objeto que experimentar el transcurso de la vida moderna’. Esta es la descripción que ofrecía Charles Baudelaire en su obra ‘El pintor de la vida moderna’ para describir la ocupación del artista ‘dandy’ —del ‘flâneur’— a mediados del siglo XIX. Hoy son muchos los que cámara en mano recorren las calles del mundocon ese mismo espíritu. La red esta plagada de los recuerdos visuales de estos paseos.
El término psicogeografía, sugerido por un iletrado Kabyle para designar el conjunto de fenómenos que algunos de nosotros investigábamos hacia el verano de 1953, no parece demasiado inapropiado. No contradice la perspectiva materialista de los condicionamientos de la vida y del pensamiento causados por lanaturaleza objetiva. La geografía, por ejemplo, trata de la acción determinante de las fuerzas naturales generales, como la composición de los suelos o las condiciones climáticas, sobre las estructuras económicas de una sociedad y, en consecuencia, de la concepción que ésta pueda hacerse del mundo. La psicogeografía se proponía el estudio de las leyes precisas y de los efectos exactos del mediogeográfico, conscientemente organizado o no, en función de su influencia directa sobre el comportamiento afectivo de los individuos. El adjetivo psicogeográfico, que conserva una vaguedad bastante agradable, puede entonces aplicarse a los hallazgos establecidos por este tipo de investigación, a los resultados de su influencia sobre los sentimientos humanos, e incluso de manera general a toda situación oconducta que parezca revelar el mismo espíritu de descubrimiento.
Se ha dicho durante mucho tiempo que el desierto es monoteista. ¿Se encontrará ilógica, o desprovista de interés, la constatación de que el distrito de París, entre la Place de Contrescarpe y la ru l'Arbalète conduce al ateismo, al olvido y a la desorientación de las influencias habituales?
Es conveniente tener una concepciónhistóricamente relativa de lo utilitario. La necesidad de disponer de espacios libres que permitieran la rápida circulación de tropas y el empleo de la artillería contra las insurrecciones estuvo en el origen del plan de embellecimiento urbano adoptado por el Segundo Imperio. Pero desde cualquier punto de vista salvo el policial, el París de Haussmann es una ciudad construida por un idiota, llena deruido y furia, que nada significa. Hoy, el principal problema del urbanismo es el resolver la correcta circulación de una cantidad rápidamente creciente de automóviles. Podemos pensar que el urbanismo venidero se aplicará a construcciones, igualmente utilitarias, que concedan la mayor consideración a las posibilidades psicogeográficas.
Además, la abundancia actual de vehículos privados no es másque el resultado de la propaganda constante por la que la producción capitalista persuade a las masas - y éste es uno de sus éxitos más desconcertantes - de que la posesión de un coche es precisamente uno de los privilegios que nuestra sociedad reserva a sus privilegiados. (Por otra parte, el progreso anárquico se niega a sí mismo: uno puede gozar del espectáculo de un oficial de policía invitandoen un anuncio publicitario a los parisinos propietarios de automóviles a utilizar los transportes públicos).
Puesto que encontramos la idea de privilegio incluso en asuntos tan banales, y que sabemos con qué ciego furor tanta gente - por poco privilegiada que sea - está dispuesta a defender sus mediocres conquistas, es necesario constatar que todas estas minucias participan de una idea...
Regístrate para leer el documento completo.