Emociones
Me hizo señas para que bajara la ventanilla del coche y con voz fuerte y precioso timbre me
preguntó qué tiempo llevábamos esperando. Habíamos llegado casi al mismo tiempo. Un señor deunos 80 años, pulcro como una patena, trajeado de gris y con reluciente camisa de cuello blanco,
portaba entre sus dos manos al pecho un ramo de seis flores. Dos rosas blancas y una rosa rosa,
untulipán amarillo, un clavel rojo y otra flor que no pude adivinar. !
!
Le grité que poco. Entonces se acercó y metió su oreja dentro del coche preguntando de nuevo y
en el mismo tono de voz quecinco metros más allá. Contuve la risa por que el habitáculo hizo de
amplificador y me asustó tamaño vozarrón. Mirando el reloj le dije que unos 15 minutos.!
-¿Exactamente?-!
-Bueno, más o menos.!-¡Ah! Ya no vendrá! –me dijo volviéndose de espaldas.!
Bueno hombre, a lo mejor sí. Puede que se haya retrasado. Hay que confiar.!
-¿Tiene usted móvil? Le pregunté con ánimo de ayudar a aliviar lainquietud que se adivinaba en
sus chisposos ojos.- Qué extraño, -musité.-Tiene voz y mirada tan jovial que no se compagina con
su aspecto. No me oyó y volvió a situarse en frente de mi coche, ramoen mano y mirada al frente.!
!
Se acercó un policía para decirme que retirara el coche, pero al darse cuenta que tenía el cartón
de minusválido y no molestaba, me advirtió que si me demorabamucho me diera una vueltecita
para que no le echara la bronca el jefe.!
-¡Qué amable!. Muchas gracias.!
!
Cinco minutos después volvió a meter su oído en mi coche y de nuevo en el mismo tono mepreguntó cuánto tiempo había pasado. Le dije que solo cinco minutillos.!
-¡Ah, ya no vendrá! Me volvió a decir también dándome la espalda.!
-¡¡Oigaaa!! Grité. ¿ Quiere que le preste una llamada?Como quien oye llover, volvió a su lugar. La
escena era de foto así que no me resistí a tomarla.!
!
El agente se me acercó por la izquierda y cuando comenzaba a hablarme una furgoneta tocó el...
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