Empleo

EMPLEO

El empleo es una razón de dignidad. Lo explico. Alguna ocasión, en una plática sobre el tema alguien me preguntó por qué se “debería” tenerlo. Al respecto comenté que no era un asunto sólodel ingreso. En muchos casos, la persona “vive de sus rentas”, y la percepción que da hacia “afuera” es que se trata de alguien que no “produce”, que está en el “negocio de las viudas”. Cuando es ésteúltimo el caso se puede “justificar”, pero alguna parte de la sociedad no comulga con la idea de una persona que únicamente esté esperando el mes para cobrar la renta, venga de donde provenga.Contrario sensu. Hasta ya avanzada la revolución industrial, por ejemplo, se veía mal que un personaje trabajara. Era una especie de vergüenza social. Cuando el mundo mutó del feudalismo hacia nuevas formasde generar riqueza (industria, comercio, servicios), las resistencias no fueron pocas. Era “indigno” que un aristócrata se ensuciara las manos con grasa o con tierra. Para ello estaban los peonesacasillados, los esclavos o los aparceros. Pero eso fue, entonces.

Hoy día, la gente debe tener ocupación. En primer término, por lo obvio, el ingreso. En segundo, por lo emocional. Sea cual fuere laactividad (lícita, por supuesto), la persona se siente bien cuando habla de su “trabajo”. La vagancia no es la mejor manera de recomendación. Pues bien, tener empleo es una necesidad. Amén de ello, loimportante es que pueda, con él, tener acceso a un mínimo de bienestar. Pero hay resistencias. Por ejemplo, siempre se ha manejado que el aumento “excesivo” del salario es inflacionario; y puede ser.Pero puede ser en los grandes corporativos, como aquellos de los que supimos a raíz de la debacle financiera ocasionada por los grandes trusts de los Estados Unidos. Un alto ejecutivo podría alcanzarhasta los 50 millones de dólares al año. Y, esta, es una de las razones por las que las empresas llegan a reflejar relativas utilidades, o quiebran como fue el caso. Pero pensar en que el salario,...