En busca del jarron azul

Busca el jarrón azul

3 de noviembre de 2008, 04:00 AM
Me preocupa el tono negativo que se ha apoderado de los medios. El péndulo hormonal se mueve con tanta facilidad a los extremos que se hace muy difícil encontrar el balance.  
Cuando estábamos en la época de la bonanza nos besaban con los labios de la exhuberancia irracional del momento. Los mercaderes de sueños nos vendían fantasía.“Vengan, vengan…el sueño americano está aquí…cinco por un dólar”. Así muchos se llenaron de risas, globos y colores para darnos la bienvenida.
Aquellos que podían decirnos que mantuviéramos la cordura se ahogaban con su voz. Además, no existía el espacio para ellos.
Ahora el tono es distinto.  La hormona guía el péndulo al otro extremo. Los mercaderes que vendían sueños ahora venden miedo. Algunos seesconden por prudencia, otros tienen la cara de hierro y cambian su libreto a la circunstancias del momento.
Ya aprendí que no puedo dejarme guíar por líderes histéricos o depresivos. Cuando hay excitación, debo mantener el escepticismo. Cuando hay incertidumbre, debo encontrar la oportunidad.
Quiero que lean la historia que saqué de un pequeño libro publicado por primera vez en 1921 titulado“Go-Getter”.
 
La historia del Jarrón Azul
El jefe de Bill no puede cumplir con un pedido del dueño y CEO de la compañía. El jefe le dice al CEO que Bill está con él y está dispuesto a hacerlo. Bill, veterano de Guerra, cojo y mitad del brazo amputado, se pone a su disposición a la vez que se preparaba para un viaje de negocios de la compañía.
El CEO tenía que tomar el tren a las ocho de la nochepara celebrar el aniversario de bodas de la hija. El quería llevarle un obsequio que su hija quería: un jarrón azul. El CEO le pidió a Bill si podía cumplir con el encargo. A pesar que Bill tenía que ir a la oficina a firmar unos papeles antes de su viaje, se comprometió con él a buscar el jarrón azul para su hija y llevárselo antes de que partiera.
Después de pedir una descripción del mismo,Bill se dirigió al centro de la ciudad a buscarlo. Eran las tres de la tarde de un día domingo.
La tienda que había indicado el CEO no contenía el jarrón azul. Bill, pensando que él podía haberse equivocado en la dirección, decidió buscar en otras cuadras a la redonda. Y a algunas cuadras alejadas de la supuesta tienda, encontró el jarrón azul en una pequeña tienda. Estaba cerrada.
Ahí estaba, lamisma descripción. La tienda sólo leía: “Tienda de Arte B. Johnson”. No teléfono, sólo el nombre. Decide ir a un hotel cercano. Pide una guía telefónica y encuentra diecinueve “B. Johnson”. Comienza a llamar uno por uno y nada. Eran las seis de la tarde.
Pensó que a lo mejor no había tomado bien el nombre. Vuelve a la tienda y se da cuenta que era “B. Jonson” sin “h”.
Vuelve al hotel, saca laguía y encuentra ocho con el mismo apellido. Comienza a llamar hasta que al final da con la residencia de B. Jonson. Pide hablar con el Sr. pero quien contesta le dice que está cenando y no quiere ser molestado. Bill le dice que lo ponga al teléfono porque sino ira a la casa y dirá “que quien contestó no me dejó hablar con él cuando llamé para decir que la tienda estaba incendiándose.
Viene el dueñoal teléfono y le explica la situación. El dueño de la tienda le pide que llame al encargado que vive cerca. Llama a la casa del encargado, contesta la madre y le informa que se había ido al club. “¿Qué club?” le pregunta Bill. La señora no sabía.
Pide la guía telefónica y comienza a llamar a todos los clubes de área para preguntar por el encargado. Nada.
Sale del hotel y decide romper lavidriera con un ladrillo para sacar el jarrón azul. Cuando se va acercando, ve que hay un policía en el área. Frustrado, desesperado y hambriento, Bill decide volver a la oficina para firmar los papeles para su jefe. Decide llamar nuevamente al encargado de la tienda. Esta vez se encuentra en casa.
Le explica la situación, el encargado confirma con el dueño y decide abrir la tienda. Eran las...