En continuo cambio: una sociedad que se autodestruye

Para nadie es un secreto que tal como las situaciones y los entornos cambian, las reacciones, motivaciones e intereses de la misma manera se transforman. Así la gente está en permanente búsqueda dealgo que satisfaga sus necesidades o llene en cierta medida sus vacios: la humanidad por donde se mire, afronta una de las peores épocas de toda su historia, la decadencia encuentra cada vez másespacio en el mundo y se apodera en mayores proporciones de cualquier ideal.
Las adicciones son uno de esos abismos a los que se enfrenta nuestra especie, y a la que cada generación venidera estámayormente expuesta. Las soluciones que se han generado para un problema que cada vez es más trascendente y de mayor envergadura, ni siquiera alcanzan a ser pañitos de agua tibia. Lo anterior sucede en granparte, porque en nuestro país existe una muy corta investigación seria que esté puesta al servicio de las generalidades, más bien está de lado de quienes tienen como financiarlas, quedando como siemprelas ventajas y posibilidades para unos pocos. Además suelen abstraerse proyectos de otros países, muchas veces alejados de nuestra realidad y de nuestras condiciones, para ser aplicados sin tenerningún éxito –situación demostrada no sólo en estas esferas, sino en todo lo que compete a la intervención estatal, y que nos han llevado a todo tipo de descalabros-.
Por otro lado, muy pocos se hanpercatado del trasfondo social y cultural que tiene el problema de las adicciones, cosa que se ha excusado más en la parte de Seguridad Nacional. Suele asumirse que el problema de que haya consumo, esporque no hay una reglamentación más fuerte o porque hemos entrado en cierto tipo de permisiones, sin percatarnos que el sentido de la familia está cada vez más desprestigiada y desplazada. Muchas vecespodemos encontrar que dentro de los mismos núcleos familiares, se han tenido los primeros encuentros con las sustancias, que más adelante generarán la dependencia.
El panorama de igual manera no es...